La Organización Mundial de la Salud (OMS) anunció este 3 de julio del 2014 la creación de un marco para la eliminación de la tuberculosis. La estrategia prevé una fase inicial que tienen como objetivo reducir a 10 casos por cada millón de personas en esos 33 países para el año 2035 y lograr la eliminación total de la enfermedad en 2050 es decir una incidencia de menos de 1 caso por millón de habitantes por año.
[recuadro]
Países con menos de 100 casos de tuberculosis por millón de habitantes
- Alemania
- Australia
- Austria
- Bahamas
- Bélgica
- Canadá
- Chipre
- Costa Rica
- Cuba
- Dinamarca
- Emiratos Árabes Unidos
- Eslovaquia
- Eslovenia
- Estados Unidos de América
- Finlandia
- Francia
- Grecia
- Irlanda
- Islandia
- Israel
- Italia
- Jamaica
- Jordania
- Luxemburgo
- Malta
- Noruega
- Nueva Zelandia
- Países Bajos
- Puerto Rico
- República Checa
- Ribera Occidental y Franja de Gaza
- Suecia
- Suiza
[/recuadro]
A pesar de que la tuberculosis es prevenible y curable, en esos 33 países y territorios, 155 mil personas siguen contrayendo la enfermedad cada año y 10 mil mueren por su causa. Millones de personas se infectan y corren el riesgo de enfermar.
En conferencia de prensa, el director del Programa Global sobre Tuberculosis de la OMS, Mario Raviglione, explicó que la estrategia incluye medidas de probada eficacia como la prevención, el diagnóstico y los tratamientos para los grupos más vulnerables y declaró “La baja tasa de tuberculosis que exhiben estos países es resultado de la aplicación de programas serios para el control de la enfermedad, acompañados del desarrollo económico y social durante las últimas décadas”.
“Los países con una carga débil de tuberculosis ya cuentan con los medios de reducir drásticamente los casos de tuberculosis de aquí a 2035”, comentó Hiroki Nakatani, subdirector General de la OMS y señaló “La cobertura sanitaria universal, que garantiza que todas las personas tengan acceso a los servicios de salud que necesitan sin sufrir dificultades económicas como consecuencia de ello, es el puntal. La clave está en dirigir intervenciones inteligentes contra la tuberculosis hacia las personas que más las necesitan”.
En el nuevo marco de trabajo de la OMS destaca que la eficacia de ocho puntos fundamentales, en un conjunto con actuaciones coherente para incidir en los países seleccionados:
- Garantizar la financiación y la rectoría para planificar y poder conseguir servicios de gran calidad.
- Abordar los grupos más vulnerables e inaccesibles.
- Abordar las necesidades especiales de los migrantes; cuestiones transfronterizas.
- Llevar a cabo pruebas de detección de tuberculosis activa y de infección de tuberculosis latente en grupos de alto riesgo y ofrecer un tratamiento adecuado; gestionar las epidemias.
- Mejorar la prevención y atención de la tuberculosis multirresistente.
- Garantizar la vigilancia continuada y la evaluación y supervisión del programa.
- Invertir en investigación y en nuevos instrumentos.
- Apoyar el control mundial de la tuberculosis.
Entre los grupos más vulnerables se encuentran las personas pobres o sin hogar, los migrantes y los miembros de las minorías étnicas. Además, las personas que consumen drogas o están en prisión, y las que tienen sistemas inmunitarios debilitados (por ejemplo, los que tienen VIH, o sufren malnutrición o diabetes, los fumadores y los grandes bebedores) están expuestas a un mayor riesgo de contraer tuberculosis. Además, muchos de esos grupos vulnerables se enfrentan a obstáculos para acceder a los servicios de salud.
Abordar la tuberculosis en el contexto de la migración transfronteriza también puede suponer un desafío considerable para los proveedores de servicios de salud. Puede que muchas de las personas en tratamiento contra la tuberculosis se vean obligadas a trasladarse por razones laborales, aunque no hayan finalizado el tratamiento. “Los países con una baja incidencia de tuberculosis están en una posición inmejorable para conseguir niveles históricamente bajos de tuberculosis”, agregó Mario Raviglione, director del Programa Mundial de la OMS contra la Tuberculosis. “Pueden abrir las puertas a otros países”.
La globalización y el aumento en los movimientos de las poblaciones facilitan que la tuberculosis –una enfermedad infecciosa que se transmite por el aire– siga propagándose de una comunidad a otra y de un país a otro. Para eliminar la enfermedad en países con una carga débil será fundamental reforzar drásticamente la prevención y atención contra la tuberculosis en países con una elevada incidencia. Esta interdependencia exige la adopción de medidas concertadas y una estrecha colaboración entre los países con una carga elevada y una carga débil de tuberculosis.
“El uso de antibióticos potentes y la mejora del nivel de vida ha expulsado prácticamente la enfermedad de muchos países de ingresos altos. Pero todavía no podemos cantar victoria. Y si ahora tomamos las medidas incorrectas, la tuberculosis podría repuntar, con formas resistentes a más fármacos”, señala el profesor G.B. Migliori, de la ERS. , añadió “Pero si tomamos las medidas adecuadas y volvemos a comprometernos en la lucha contra esta enfermedad, en nuestros países y el extranjero, la tuberculosis dejará de ser finalmente una amenaza para la salud pública”.