A nivel mundial la prevalencia de las mujeres que padecen depresión durante el embarazo va del dos al 21%, mientras que en el posparto es del 10 al 15%. Sin embargo, las cifras en México son del 9 y 13% para cada caso, afirmó la jefa del departamento Modelos de Intervención de la Dirección de Investigaciones Epidemiológicas y Psicosociales del Instituto Nacional de Psiquiatría “Ramón de la Fuente Muñiz”, María Asunción Lara Cantú, durante la conferencia de prensa para dar a conocer los resultados de una investigación sobre depresión en mujeres.
[/media-credit] Madres con depresión son más propensas a tener conductas de riesgo como el consumo de drogas.
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- Qué es la depresión
- Por qué nos deprimimos
- Historia infantil
- Acontecimientos de la vida
- Condición social de la mujer
- Qué hacer
- A dónde ir
[/recuadro]Lara Cantú señaló que la depresión perinatal inicia durante el embarazo o en las primeras 4 semanas después del parto, con síntomas como:
- ansiedad extrema,
- culpa,
- preocupación por el bienestar del bebé
- y conflictos asociados con las expectativas sociales.
La depresión interfiere con la disposición de la madre a cuidar su salud, interrupción del seguimiento médico durante esta etapa y conductas de riesgo, como:
- tomar medicamentos sin prescripción médica,
- abuso del alcohol, tabaco y otras drogas,
- y alimentación inadecuada.
Lara Cantú dijo que la depresión posparto es un problema de salud pública por su frecuencia y consecuencias negativas sobre la salud y bienestar de la madre y los infantes, como la falta de disposición para cuidar de ella misma y del bebé, lo que repercute en el hecho de que la madre disfrute su maternidad.
Al referirse a los restos que se enfrentan en México, son:
- No se cuentan con servicios suficientes para atender los problemas de salud mental.
- No se ejercen las normas oficiales de la atención de la salud mental de las mujeres durante el cuidado prenatal.
- Estigma social, son vistas como «malas«.
- Pobreza y carencia de recursos.
Ante ello, dijo que la prevención es fundamental para evitar consecuencias, pues una mujer que presenta depresión en el embarazo tiene 50% de probabilidad de tener depresión posparto.
La especialista abundó que el Instituto evaluó a madres embarazadas que mostraban alto riesgo de presentar depresión posparto, “consistió en 8 sesiones grupales guiadas, las mujeres que recibieron la intervención redujeron la prevalencia e incidencia de depresión en el posparto, en relación con quienes no la recibieron”.
Entre las propuestas que comentó, se encuentran:
- Promover que existan servicios suficientes para atender los problemas de salud mental.
- Trabajar en una prevención universal de la depresión.
- Proporcionar información oportuna para que las mujeres embarazadas busquen ayuda y atención.
- Promover la información entre todo el persona de atención gineco obstetra para que se ejerza la normatividad.
- Trabajar en erradicar el estigma social.
- Orientar a los familiares.
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