A pesar de los estos avances, se deben incrementar los esfuerzos hacia la administración antimicrobiana. Los sectores, las personas, y las organizaciones que trabajan en el área deben estar mejor integrados, para asegurar un mayor impacto en la resistencia antimicrobiana y cuantificar este impacto en la región.
Un nuevo manual lanzado por la Organización Panamericana de la Salud, oficina regional de la Organización Mundial de la Salud (OPS/OMS), y la Escuela de Salud Pública y Trabajo Social Robert Stempel de la Florida International University (FIU) llama a los países de la región a establecer programas para optimizar el uso de antimicrobianos como una forma de prevenir la resistencia.Recomendaciones para implementar programas de administración de antimicrobianos en América Latina y el Caribe: Manual para tomadores de decisiones de salud pública El manual, “Recomendaciones para implementar programas de administración de antimicrobianos en América Latina y el Caribe: Manual para tomadores de decisiones de salud pública” [1], que se lanzó este 16 de noviembre de 2018 en el marco de la Semana Mundial de Concientización sobre el Uso de los Antibióticos 2018, tiene como objetivo proporcionar lineamientos prácticos para las autoridades de salud, y recomendaciones para gerentes de hospitales y trabajadores de salud sobre intervenciones costo efectivas que abordan la resistencia a los antimicrobianos.
“Los antibióticos han permitido salvar millones de vidas en todo el mundo, pero actualmente estamos experimentando tasas de resistencia sin precedentes a algunos de los tratamientos más comunes«, dijo el Marcos Espinal, Director de la Unidad de Enfermedades Transmisibles y Determinantes Ambientales de la Salud de la OPS. «Es vital que se intensifiquen los esfuerzos para preservar estos logros, reducir el impacto de la resistencia y asegurar que haya prevención y tratamientos continuos de las enfermedades infecciosas”.
Los antimicrobianos, o los antibióticos, como se conocen más comúnmente, son vitales en la prevención y el tratamiento de infecciones. La resistencia a los antibióticos ocurre cuando los microorganismos en las infecciones cambian en respuesta al uso de estos medicamentos, lo que los convierte en ineficientes.
La evidencia disponible muestra que la resistencia antimicrobiana aumenta con el uso excesivo de antibióticos. Esto se debe principalmente al uso incorrecto de los antibióticos para tratar los síntomas del resfriado y la influenza, que son infecciones virales, o como medida preventiva después de las cirugías. Se estima que hasta un 50% del uso de antibióticos es inapropiado, lo que aumenta considerablemente los costos de atención al paciente, así como la morbilidad y la mortalidad. Este uso inapropiado puede fomentarse por problemas como la prescripción excesiva de antibióticos, y el fácil acceso a estos medicamentos por la venta sin receta o por Internet, prácticas que están muy difundidas en algunos países.
Administración antimicrobiana
El objetivo de la gestión efectiva antimicrobiana es promover la optimización del uso de antimicrobianos a nivel nacional y local, de acuerdo con las normas internacionales para asegurar que se elijan los antibióticos correctos y en las dosis correctas, según la evidencia disponible.
Los programas de administración antimicrobiana implican la coordinación entre una variedad de trabajadores de la salud, incluidos los médicos, farmacéuticos y microbiólogos, así como los especialistas en prevención de infecciones, enfermeras y personal de tecnología de la información.
Las estrategias recomendadas para la administración antimicrobiana incluyen la implementación de prácticas basadas en la prescripción en los hospitales, como por ejemplo la reevaluación de las prescripciones de antibióticos después de 48 a 72 horas de inicio del tratamiento. También abarcan intervenciones dirigidas a las farmacias, para asegurar uso y dosificación correctos de los antibióticos, así como e intervenciones basadas en datos, como asegurar que los registros de microbiología sean fácilmente accesibles en el punto de atención.
«La administración antimicrobiana garantiza que los sistemas de atención de salud de un país tengan establecidos programas para abordar a los determinantes de la resistencia antimicrobiana y para implementar las iniciativas políticas, programáticas y educativas necesarias que promuevan el uso racional de los antibióticos«, agregó Espinal.
Respuesta de resistencia antimicrobiana en América Latina
En América Latina, la resistencia a los antimicrobianos es una urgente prioridad de salud pública. Ya se está observando en la región una tendencia creciente de resistencia en infecciones comunitarias y hospitalarias. En las últimas 2 décadas, las Américas han sido pioneras en enfrentar la resistencia a los antimicrobianos desde una perspectiva de salud pública, incluida la vigilancia basada en laboratorio, un mayor monitoreo, la implementación de campañas de concientización y el desarrollo de programas de administración de antimicrobianos en los hospitales.
Las intervenciones de administración antimicrobiana han sido coordinadas por la OPS y otras organizaciones de salud en la región. Iniciativas para controlar el uso de antibióticos, a través de recetas obligatorias, por ejemplo, ya han probado ser exitosa, como por ejemplo se ha visto en una reducción del uso en un 12% en México. Tras la implementación de esta regulación en Chile en 1999, Colombia en 2005 y Brasil y México en 2010, no se detectaron incrementos en las admisiones relacionadas con infecciones bacterianas, lo que destaca su efectividad[.]