La toxina botulínica tipo “A”, también llamada «botulina», es una neurotoxina que tiene la capacidad de producir cierta parálisis muscular y el uso cosmético sirve para el tratamiento estético de las arrugas faciales. En México la demanda de esta toxina ha tenido un incremento de más del 360 por ciento en los últimos tres años.
En abril del 2009, La Federal Drug Administratio (FDA) en los Estados Unidos, aprobó el uso de la toxina Botulínica para el tratamiento de las líneas de expresión y distonía muscular (contracciones involuntarias permanentes de una o más partes del cuerpo).
IPSEN es una compañía francesa encargada de desarrollar y comercializar medicamentos de uso oncológico, endocrinológico y en el tratamiento de desórdenes neurológicos. El Director general de esta compañía, Marc Hasson, comentó que México ocupa el segundo lugar en Latinoamérica, sólo debajo de Brasil y seguido por Argentina, Colombia y Venezuela que recurren al uso de la toxina, y mundialmente se ubica en la decimoprimera posición.
En los estados de la República Mexicana el Distrito Federal al igual que el Estado de México encabezan el listado por mayor consumo, seguidos por Jalisco y los estados colindantes (Nayarit, Colima, Michoacán), luego Nuevo León, Coahuila y el mercado fronterizo; Chihuahua principalmente.
“Si bien el proceso de aprobación por parte de la FDA tardó varios años, hoy podemos ofrecer al público una garantía adicional de que es un producto seguro y eficaz para sus varias indicaciones, en particular contra las líneas de expresión”, señaló el director Hasson.
La toxina botulina logró su primer registro y venta en Inglaterra en 1990, y a la fecha se ha probado en más de 70 países. El tratamiento cosmético con esta toxina, está indicado para mejorar las líneas de expresión con un efecto rápido, de larga duración, garantizando tanto al paciente como al médico especialista una entera satisfacción.
Durante el proceso de evaluación se realizaron más de 80 estudios clínicos en cerca de tres mil pacientes para proporcionar la evidencia de los beneficios de la toxina Botulínica tipo “A”. Como parte de sus acciones y compromisos, IPSEN realizará estudios y dará seguimiento a los pacientes que estén utilizando el tratamiento para continuar evaluando la efectividad y seguridad del medicamento.
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