El pasado 21 de febrero de 2019 se llevó la «master class«, «Hacia un mejor control de la Influenza basado en el conocimiento», con el objetivo de capacitar equipos médicos para combatir la influenza en México. Se hizo especial énfasis en reforzar la educación sanitaria para promover una cultura de la prevención y la vacunación. Además, se realizó un balance acerca de la enfermedad y sus respectivos tratamientos durante los últimos 10 años.
[/media-credit] Realiza Sanofi Pasteur segundo Master Class sobre influenza para médicos en Mérida, Yucatán.
En el evento, especialistas coincidieron que la educación es un factor determinante para la salud y frecuentemente se combina para mejorar el bienestar de la población y elevar los niveles de calidad de vida. Aunado a ello, se enfatizó la necesaria participación de actores clave, como la comunidad médica, en la búsqueda de soluciones a los problemas de salud. Esto con el fin de mejorar el conocimiento en la población, así como el desarrollo de habilidades personales que lleven una cultura de la prevención.
“Es importante no olvidar y no bajar la guardia, ya que desde 2010 a la fecha, la actual temporada es una de las más agresivas y con un importante número de casos reportados. Ciudad de México, Estado de México, Oaxaca, Chihuahua y Tlaxcala son los estados con mayor número de casos; mientras que Hidalgo, Estado de México, Puebla, Ciudad de México y Oaxaca registran el mayor número de muertes. Los grupos de edad con mayor número de casos son los menores de 9 años, seguido del de 60 y más y 40 a 49”, afirmó Dr. Felipe Aguilar, gerente médico marketing de Sanofi Pasteur.
Durante el evento, la Dra. Zaidi Mussaret Bano, jefa de la Unidad de Investigación en Enfermedades Infecciosas del Hospital General O’Horán, mencionó lo siguiente: “la influenza es una enfermedad respiratoria parecida al catarro común, pero de inicio súbito y con síntomas más intensos, además que puede causar complicaciones graves que llevan a la muerte, principalmente en los grupos de riesgo como las personas con obesidad, con diabetes, niños a partir de los seis meses de edad y hasta los nueve años; mayores de 60 años, mujeres embarazadas, así como personal de salud”.
Por su parte, el Dr. Darwin Stalin Torres Erazo, infectólogo adscrito a la Unidad de Enfermedades Infecciosas y Vigilancia Epidemiológica del Hospital Regional de Alta Especialidad de la península de Yucatán, señaló: “la temporada de influenza aún no termina por lo que es importante generar conciencia y hacer un llamado a la población en general, especialmente a los grupos de riesgo para considerar la vacunación anual contra influenza, ya que es la forma más eficaz de prevenir las graves consecuencias de esta enfermedad”.
Para finalizar, la Dra. Alejandrina Malacara, directora médica de Sanofi Pasteur dijo que “la prevención es responsabilidad de todos, por ello, invitó a todas las personas a vacunarse para evitar llegar a una hospitalización y prevenir la muerte”, asegurando que ninguna persona debe morir por enfermedades prevenibles.
En 2009, en México se vivió la pandemia de influenza A(H1N1) que, durante los meses de abril a noviembre, causó 65 mil 672 casos y causó la muerte de 656 personas.[1] El virus produjo ataque grave sobre todo en sujetos jóvenes, con mayor mortalidad entre los 20 y 59 años. La comorbilidad presentada, existencia de dos o más afecciones en una misma persona, se relacionó principalmente con:
- Trastornos metabólicos
- Obesidad
- Diabetes mellitus
Cerca del 60% de las personas que fallecieron tenía algún padecimiento diagnosticado de forma previa y la mitad de ellas mostraba más de un trastorno adjunto o comorbilidad múltiple.[2] Aunque sin duda México ha avanzado en este tema a lo largo de estos diez años, falta trabajo por hacer para impulsar aún más la vacunación, disminuir el número de casos y muertes anuales, romper con todos los mitos que se han generado en torno a esta vacuna.
En lo que va de la temporada 2018-2019, en el México se han registrado 4,618 casos de influenza y 448 muertes[3], de las cuales el 30% de ellas se deben a una demanda tardía en la atención médica y a un retraso en el inicio del tratamiento, lo cual puede llevar a complicaciones y, finalmente, la muerte.
Con información proporcionada por Sanofi Pasteur [.]
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