noviembre 23, 2024

Terapia de quelación no es un tratamiento eficaz para el autismo y puede ser peligrosa

niña recibiendo un recorte en forma de corazón
Plenilunia Salud Mujer
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Algunos médicos y padres han considerado a la terapia de quelación como un posible tratamiento para el autismo. Los partidarios creen que la causa del autismo es la exposición al mercurio, por ejemplo, debido a las vacunas de la infancia. Se supone que la terapia de quelación elimina el mercurio del cuerpo, lo cual, en opinión de los defensores, cura el autismo; sin embargo, no hay evidencia de que exista un vínculo entre la exposición al mercurio y el autismo. Además, se puede asociar a la terapia de quelación con efectos secundarios graves que comprenden daños renales potencialmente mortales.

Lunes 2 de abril es el Día Mundial de Concienciación sobre el Autismo.

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“Siempre es recomendable consultar con el médico de cabecera en caso de que esté considerando la posibilidad de usar un tratamiento alternativo para un trastorno del espectro autista, para identificar las opciones de tratamiento y los recursos locales que brindan apoyo, o bien derivarle a un profesional médico que pueda hacerlo”, Dr. Jay L. Hoecker, miembro emérito del Departamento de Medicina Pediátrica y Adolescente de Mayo Clinic.

[/media-credit] “Siempre es recomendable consultar con el médico de cabecera en caso de que esté considerando la posibilidad de usar un tratamiento alternativo para un trastorno del espectro autista, para identificar las opciones de tratamiento y los recursos locales que brindan apoyo, o bien derivarle a un profesional médico que pueda hacerlo”, Dr. Jay L. Hoecker, miembro emérito del Departamento de Medicina Pediátrica y Adolescente de Mayo Clinic.

El asunto de la exposición a agentes tóxicos ambientales (como el mercurio, el plomo y muchas otras toxinas más) y la relación con el trastorno del espectro autista es complejo, y la calidad de los estudios varía considerablemente. Esto se debe, en parte, a las diversas variables, como la ubicación geográfica, los factores genéticos, las diferencias en el metabolismo de los individuos y las fuentes de muestreo. Los estudios demuestran resultados contradictorios sin pruebas reproducibles.

No hay cura para el autismo, que ahora se denomina trastorno del espectro autista en el Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders DSM-5 [Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales DSM-5] más reciente, publicado por la American Psychiatric Association [Asociación Estadounidense de Psiquiatría]”, explicó el Dr. Jay L. Hoecker, miembro emérito del Departamento de Medicina Pediátrica y Adolescente de Mayo Clinic. Como resultado, se sugieren a menudo muchas terapias alternativas cuya eficacia no se ha demostrado. Sin embargo, estas terapias alternativas suelen no ser eficaces y a veces son dañinas.

Qué es el trastorno del espectro autista

Es una enfermedad relacionada con el desarrollo del cerebro que afecta la manera en la que una persona percibe y socializa con otras personas, lo que causa problemas en la interacción social y la comunicación. También comprende patrones de conducta restringidos y repetitivos.

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El término espectro en el trastorno del espectro autista se refiere a un amplio abanico de síntomas y gravedad. Comprende afecciones que anteriormente se consideraban independientes, como el autismo, el síndrome de Asperger, el trastorno desintegrativo infantil y una forma no especificada de trastorno generalizado del desarrollo. Algunas personas aún utilizan el término «síndrome de Asperger» que generalmente se considera que está en el período final leve del trastorno del espectro autista.

Comienza en los primeros años de la infancia y, a la larga, provoca problemas para desenvolverse en la sociedad, por ejemplo, en situaciones sociales, en la escuela y el trabajo. Los niños suelen presentar síntomas de autismo en el primer año. Un número reducido de niños parecen desarrollarse de forma normal en el primer año y luego pasan por un período de regresión entre los 18 y los 24 meses de edad, cuando aparecen los síntomas de autismo.

Si bien no existe una cura para los trastornos del espectro autista, un tratamiento intensivo y temprano puede hacer una gran diferencia en la vida de muchos niños.

Síntomas

Algunos niños presentan signos del trastorno del espectro autista en la primera infancia, como menor contacto visual, falta de respuesta cuando los llaman por su nombre o indiferencia ante las personas responsables del cuidado. Otros niños pueden desarrollarse normalmente durante los primeros meses o años de vida, pero luego repentinamente se vuelven introvertidos o agresivos o pierden habilidades del lenguaje que habían adquirido. En general, los signos se observan a los 2 años.

Es probable que los trastornos del espectro autista tengan un patrón de comportamiento y un nivel de gravedad únicos en cada niño, desde un funcionamiento bajo hasta uno alto.

Algunos niños con trastornos del espectro autista tienen dificultades de aprendizaje y algunos presentan signos de inteligencia inferiores a lo normal. Otros niños con este trastorno tienen una inteligencia entre normal y alta, aprenden rápido, aunque tienen problemas para comunicarse, aplicar lo que saben en la vida diaria y adaptarse a situaciones sociales.

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Debido a la combinación única de síntomas que presenta cada niño, a veces, puede ser difícil determinar la gravedad. En general, se basa en el nivel de deterioro y en cómo afecta la capacidad de desenvolverse.

A continuación, se presentan algunos signos frecuentes que tienen las personas con trastornos del espectro autista.

Comunicación e interacción social

Un niño o un adulto con trastorno del espectro autista puede tener problemas con la interacción social y las habilidades de comunicación, incluso presentar cualquiera de los siguientes signos:

  • No responde a su nombre o, en ocasiones, parece no escucharte
  • Se resiste a los abrazos y las caricias; prefiere jugar solo y se abstrae en su propio mundo
  • No suele hacer contacto visual y carece de expresión facial
  • No habla o tiene un desarrollo tardío del habla, o bien pierde la capacidad que tenía para decir palabras u oraciones
  • No puede mantener ni iniciar una conversación o, tal vez, inicia una solamente para pedir algo o nombrar elementos
  • Habla con tono o ritmo anormal; es posible que utilice voz cantarina o que hable como un robot
  • Repite palabras o frases textuales, pero no comprende cómo usarlas
  • No parece entender preguntas o indicaciones simples
  • No expresa emociones ni sentimientos y parece no ser consciente de los sentimientos de los demás
  • No señala ni trae objetos para compartir sus intereses
  • Aborda interacciones sociales de forma inadecuada comportándose de manera pasiva, agresiva o perturbadora
  • Tiene dificultad para reconocer señales no verbales, como la interpretación de las expresiones faciales de otras personas, las posturas corporales o el tono de voz

Patrones de comportamiento

Un niño o un adulto con trastorno del espectro autista puede tener intereses, actividades o patrones de comportamiento repetitivos y limitados, e incluso presentar cualquiera de los siguientes signos:

  • Realiza movimientos repetitivos, como balancearse, girar o aletear con las manos
  • Realiza actividades que podrían causarle daño, como morderse o golpearse la cabeza
  • Desarrolla rutinas o rituales específicos y se altera con el mínimo cambio
  • Tiene problemas con la coordinación o muestra patrones de movimientos extraños, como ser torpe o caminar en puntas de pie, y muestra un lenguaje corporal extraño, rígido o exagerado
  • Se deslumbra con los detalles de un objeto, como las ruedas que giran en un auto de juguete, pero no entiende el propósito general o el funcionamiento del objeto
  • Es más sensible que lo habitual a la luz, el sonido o el contacto físico, pero puede ser indiferente al dolor o la temperatura
  • No participa en juegos de imitación o de simulación
  • Se obsesiona con un objeto o una actividad con una intensidad o concentración anormales
  • Tiene preferencias específicas con respecto a los alimentos, como comer solamente unos pocos alimentos o no comer alimentos con una determinada textura
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A medida que maduran, algunos niños con trastornos del espectro autista socializan más con otras personas y muestran menos alteraciones del comportamiento. Algunos, generalmente los que tienen problemas menos graves, con el tiempo pueden llevar una vida normal o casi normal. Sin embargo, otros siguen teniendo dificultades con el lenguaje o las habilidades sociales y, en los años de la adolescencia, sus problemas de comportamiento y emocionales pueden empeorar.

¿Cuándo consultar al médico?

Cada bebé se desarrolla a su propio ritmo, y muchos no siguen la cronología exacta que se encuentra en algunos libros sobre crianza. Sin embargo, los niños que padecen trastornos del espectro autista no suelen manifestar signos de retraso en el desarrollo antes de los 2 años.

En caso de que le preocupe el desarrollo de su hijo o sospeche que puede tener trastornos del espectro autista, coméntele sus inquietudes al médico. Los síntomas de estos trastornos también pueden estar vinculados con otros trastornos del desarrollo.

Los signos del trastorno del espectro autista normalmente aparecen en las primeras etapas del desarrollo cuando se observan retrasos evidentes en las habilidades del lenguaje y las interacciones sociales. El médico podría recomendar pruebas de desarrollo para determinar un posible retraso en las habilidades cognitivas, del lenguaje y sociales de su hijo o hija si:

  • No responde con una sonrisa o una expresión de felicidad a los 6 meses o antes
  • No imita sonidos o expresiones faciales a los 9 meses o antes
  • No balbucea ni hace gorgoritos a los 12 meses o antes
  • No hace gestos, como señalar o saludar, a los 14 meses o antes
  • No dice palabras simples a los 16 meses o antes
  • No juega a juegos «de simulación» o imitación a los 18 meses o antes
  • No dice frases de dos palabras a los 24 meses o antes
  • Pierde las habilidades del lenguaje o sociales a cualquier edad
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