Cuando tenemos a un adulto mayor en casa con alguna enfermedad crónica, hay un cuidador que lo provee de los cuidados necesarios para su bienestar, pero, poco se habla del deterioro que tiene la salud del cuidador o familiar involucrado.
Pronto México será un país en el cual los adultos mayores se convertirán en una población predominante. La transición epidemiológica que vive se presenta como uno de los principales retos de la sociedad actual, que se agudizará en los próximos años.
Cada vez será mayor el grupo con 60 años o más que padecerá trastornos como diabetes mellitus, hipertensión, depresión, entre otros, lo que implica un desafío en términos de costos en seguridad social.
Evidentemente existe un deterioro natural del cuerpo, sin embargo, cuando se presentan las primeras alteraciones de este tipo, es decisivo el manejo adecuado para disminuir la posibilidad de daños mayores, tanto en órganos como en la calidad de vida, comenta el Dr. Carlos Humberto Gámez Mier, Presidente de la Asociación Mexicana de Gerontología y Geriatría.
En este sentido, señala el especialista, “no todos saben cómo debe ser el cuidado de la salud en la tercera edad, y no sólo del adulto mayor sino del cuidador o familiar involucrado, por lo que es necesario contar con la información adecuada para que hayan menos colapsos del cuidador o situaciones difíciles de resolver en términos emocionales”.
Las demencias constituyen una de las principales causas de colapso en el cuidador primario; se presentan en pacientes mayores de 60 años con una frecuencia del 4 al 6% y aumenta su riesgo con la edad.
La demencia debe tener un abordaje integral, además del componente farmacológico se necesita la actividad, es necesario mantener la funcionalidad cognoscitiva del adulto mayor con técnicas muy claras de medición del deterioro cognitivo.
En lo que se refiere al paciente con demencia, el familiar sigue siendo uno de los principales responsables del cuidado cotidiano, una labor que implica una gran presión a nivel físico y emocional.
“Nuestra población aun tiene mucho la tendencia del acojo al adulto mayor, sin embargo, hay estudios que indican que en las grandes urbes en México ya hay problemas de faltas de cohesión en las familias, donde el adulto mayor se siente más solo y menos protegido por su círculo”, explica el Dr. Gámez. De aquí la necesidad de capacitar al paciente, al cuidador y por supuesto, al profesional de la salud sobre las necesidades y manejo del adulto mayor en términos clínicos, entatiza.
De acuerdo al especialista, entrevistado durante el XXVII Congreso de Gerontología y Geriatría realizado en la ciudad de Querétaro, los pilares del manejo terapéutico del adulto mayor son: envejecimiento saludable, es decir, control de sus padecimientos; envejecimiento activo, que desarrolle actividad y colabore con la adherencia terapéutica; y tercero, envejecimiento en casa, ser cuidado, amado y protegido por su familia.
De igual forma, se deben fortalecer cuatro esferas: la física a través del mantenimiento, la cognitiva a través de actividad mental, la emocional y, estrechamente relacionada, la socialización.
Fuente: farmasa-schwabe