La presidenta del Inmujeres, Lorena Cruz Sánchez, participó en el Diálogo Interactivo 2 de la Cumbre sobre Agenda de Desarrollo 2030 en donde expresó su confianza en que los indicadores que medirán el progreso y el cumplimiento de los ODS, permitirán diseñar e instrumentar mejores políticas públicas en favor de la igualdad y el empoderamiento de las mujeres y las niñas.

Lorena Cruz Sánchez, presidenta del Instituto Nacional de las Mujeres, participó en el Diálogo Interactivo 2 de la Cumbre sobre Agenda de Desarrollo 2030 “Haciendo frente a las desigualdades, empoderando a mujeres y niñas sin dejar a nadie atrás”, en el marco del 70 periodo de sesiones de Naciones Unidas, donde afirmó que es prioritario invertir en la generación de información con perspectiva de género, para contar con indicadores que se ajusten a diferentes realidades.

En este sentido, destacó que México ha sido un fuerte promotor de la producción de estadísticas de género en la región Latinoamericana. Un ejemplo de esto –refirió- son los Encuentros Internacionales de Estadísticas de Género, que se organizan anualmente. “Desde hace 15 años nos hemos comprometido a reforzar las capacidades institucionales para intercambiar buenas prácticas y lecciones aprendidas en la producción y el uso de la información estadística para políticas públicas” -dijo-, y compartió que en días pasados el 15° Encuentro Internacional de Estadísticas de Género tuvo como eje central los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), así como reflexionar sobre los desafíos que los países enfrentaremos para producir los indicadores que se adopten para el monitoreo de la Agenda 2030.

En la sede de la Organización de las Naciones Unidas en Nueva York, Lorena Cruz Sánchez sostuvo que México tiene la convicción de que los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), constituyen una importante hoja de ruta para fortalecer las políticas públicas y para garantizar y proteger los derechos humanos de las mujeres.

Lorena Cruz expuso que con este fin, México ha seguido dos caminos:

1. El primero es la armonización de su marco legal y normativo con los estándares internacionales en materia de derechos humanos de las mujeres, lo que le ha permitido adoptar en el Plan Nacional de Desarrollo, por primera vez en la historia, la perspectiva de género como estrategia transversal en todos los planes y los programas nacionales de la administración pública.
2. El segundo camino es destinar recursos etiquetados intransferibles e irreductibles para la igualdad de género mediante reformas a las leyes de planeación y presupuestación, ruta que está en línea con la Agenda 2030, la cual marca un nuevo rumbo a los países para fortalecer los mecanismos de financiamiento.

Agregó que el siguiente paso es poner en marcha mecanismos de monitoreo y evaluación que midan la efectividad del ejercicio de los recursos destinados para promover la igualdad de género. “Por eso contamos con el Sistema Nacional para la Igualdad entre Mujeres y Hombres, un órgano de vigilancia en el que participan todos los ministerios, las 32 entidades federativas del país y organizaciones de la sociedad civil”, detalló.