El contacto en el mar con animales conocidos como “aguas malas” o medusas, son de lo más común en las vacaciones de verano y pueden arruinarlas por completo si no estamos atentos para evitarlas ya que afectan la piel.
De aspecto gelatinoso y transparente que en ocasiones las hace invisibles a simple vista, estos animales marinos que llegan a medir desde 15 milímetros hasta cuatro metros de diámetro, hacen sufrir de toxicidad en la piel humana, lo mejor es no tener ningún tipo de contacto y evitar que por curiosidad los hijos las agarren.
Las células tóxicas que estos animales tienen en los tentáculos y que se encajan fácilmente en la piel, pueden hacer su picadura mortal en algunos casos, sobre todo si es grande la longitud de la medusas, pues algunas cuentan con tentáculos de hasta 80 metros que pueden enredar en el cuerpo del bañista.
El Dr. Jorge Moreno de la Fundación Mexicana para la Dermatología, durante un seminario explicó que al contacto con la piel, estos animales marinos pueden generar dolor, ardor, inflamación, enrojecimiento o laceraciones que incluso pueden causar sangrado.
Sin embargo, en ocasiones cuando el contacto es mayor dado el tamaño de la ”agua mala”, se puede presentar fiebre, calambres, mareos, debilidad, náuseas, vómito, diarrea o dificultad para respirar y hasta parálisis.
“En caso de contacto, se recomienda salir inmediatamente del agua, tranquilizar a la persona afectada, retirar los tentáculos con una toalla o unas pinzas y evitar el contacto directo, ya que aún cuando se encuentran fuera del agua, estos animales siguen liberando toxina”.
Indicó que una vez que se logra retirar a la medusa, “se debe de lavar bien a la persona con agua salada siempre y cuando éste haya sido picado en el mar, sumergir posteriormente la herida en agua caliente para desnaturalizar la toxina, inactivarla y reducir el dolor”.
Sin embargo, el especialista expuso que es necesario que el afectado sea revisado de inmediato por un médico, a fin de que realice una evaluación sobre la gravedad del contacto con la medusa y se eviten complicaciones, o por el contrario, que el afectado sea dado de alta para seguir disfrutando de sus vacaciones.