Infarto: los síntomas que podrían salvar tu vida si los reconoces a tiempo

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Cuando pensamos en un infarto al corazón, imaginamos a alguien colapsando súbitamente con un fuerte dolor en el pecho. Sin embargo, en la vida real, los síntomas de infarto pueden presentarse de forma gradual, silenciosa o confundirse con malestares menores. Esta realidad, muchas veces ignorada, puede costar vidas si no se actúa a tiempo.

“El músculo del corazón necesita un suministro constante de sangre. Si ese flujo se bloquea, el tiempo para actuar es limitado, pero suficiente si se detectan los síntomas”, explica el Dr. Miguel Quiñones, cardiólogo del Hospital Houston Methodist.

Los primeros 90 minutos son clave para sobrevivir

De acuerdo con el Dr. Quiñones, la atención médica en los primeros 90 minutos tras la aparición de los síntomas puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte. En ese lapso, los especialistas pueden actuar para reducir el daño al músculo cardíaco, utilizando medicamentos o intervenciones médicas urgentes.

“Si llegamos a tiempo, podemos hacer muchas cosas para minimizar el daño”, enfatiza el especialista.

Síntomas comunes e inusuales de un infarto

Aunque el dolor repentino en el pecho es el síntoma más conocido, muchos infartos no se manifiestan de esta manera. Otros síntomas incluyen:

  • Sudoración excesiva
  • Náuseas o vómitos
  • Dolor en brazo izquierdo, cuello, mandíbula o espalda
  • Dificultad para respirar
  • Fatiga extrema
  • Sensación de ansiedad o “malestar general”

Estos síntomas pueden ser más difíciles de identificar en mujeres, quienes suelen experimentar señales menos evidentes o las atribuyen al estrés, las hormonas o la fatiga.

“Muchas personas no sienten un dolor intenso. Solo saben que algo no está bien”, señala Quiñones.

Infarto silencioso: una amenaza difícil de detectar

Un infarto silencioso ocurre sin los síntomas clásicos. Las personas con diabetes o enfermedades crónicas son más propensas a experimentarlo. En estos casos, el cansancio, la falta de aire o una sensación inexplicable de incomodidad podrían ser los únicos indicadores.

La prevención del infarto comienza mucho antes del dolor

El origen de un infarto suele estar en la formación de placa arterial, una acumulación de colesterol que puede tardar décadas en desarrollarse. Por eso, la prevención cardiovascular es esencial, incluso cuando no hay síntomas.

“Nadie forma una placa de la noche a la mañana. Podemos prevenirla si actuamos con tiempo”, afirma el Dr. Quiñones.

Cambios como dejar de fumar, controlar la presión arterial, mantener el colesterol bajo y llevar una alimentación balanceada disminuyen significativamente el riesgo de sufrir un evento cardíaco.

Consulta médica y control de factores de riesgo

El Dr. Quiñones recomienda realizar chequeos regulares y hablar con el médico sobre los factores de riesgo individuales. Existen tratamientos eficaces para controlar hipertensión, colesterol alto o sobrepeso, que pueden reducir drásticamente el riesgo de infarto.

“El tiempo es vital. Reconocer los síntomas y no ignorarlos puede salvarte la vida”, concluye.

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