Evaluar y decidir
Es importante que antes de consumir este tipo de productos tengamos la capacidad de evaluarlos y determinar qué tan adecuados resultan para los requerimientos y necesidades alimentarias de nuestro organismo.
Debemos comenzar por señalar que el término light o lite significa ligero o liviano. Estos alimentos pretenden contener una menor proporción de diversos elementos como las calorías, colesterol, grasas o azúcares, pero eso no implica que estos productos no contengan o estén completamente libres de esos elementos, sólo quiere decir que contienen menos.
Al elegir un producto light debemos ser muy cuidadosos en leer la etiqueta y seleccionarlo de acuerdo a los objetivos que pretendemos alcanzar al consumirlo.
Por ejemplo, es muy común que muchas personas obesas consuman chocolates, galletas, helados, cremas chantilly u otros postres que sustentan la etiqueta de sugar free o libres de azúcar lite, éstos productos están diseñados específicamente para pacientes diabéticos, por lo tanto eso no implica que esos productos sean más bajos en calorías como lo requiere el obeso para reducir su peso corporal, sino que simplemente no contienen azúcar.
Las personas obesas no consideran que todos estos productos contienen las mismas cantidades de grasa que los chocolates, pasteles, postres, helados o cremas chantilly normales y como consecuencia reducen su posibilidad de bajar de peso.
Como podemos ver a través de este ejemplo, los productos libres de azúcar (sugar free) no son libres de calorías (calorie free) y por consiguiente no deben ser consumidas en cantidades ilimitadas.
Un error muy recurrente en personas con obesidad o sobrepeso o gente que pretende limitar el consumo de calorías para cuidar su salud, es que consumen este tipo de productos en grandes cantidades, sin considerar que al incrementar el consumo de este tipo de productos se van acumulando las calorías.
Otro error común que tenemos con frecuencia es el uso o abuso de aderezos para ensaladas, mayonesas o quesos light, todos estos son evidentemente más bajos en grasas y colesterol, por lo que las personas con trastornos cardiovasculares pueden verse altamente beneficiados al suplir los productos normales por este tipo de productos ya que contienen menos grasas saturadas nocivas para el organismo.
Pero si las personas obesas usan o abusan de ellos y no vigilan su consumo, el proceso de reducción de peso se hace más lento, con el riesgo de desesperarse y abandonar su intento por reducir su peso.
Ya que hablamos de colesterol, es frecuente observar que muchos productos como los panes procesados o los cereales sustentan la etiqueta bajo en colesterol, cabe señalar que el colesterol es una grasa que nuestro organismo produce normalmente, pero que si además la consumimos en cantidades excesivas a través de la dieta diaria, esto puede resultar nocivo.
El colesterol se encuentra casi exclusivamente en los productos de origen animal, por lo que los cereales o harinas con las que se produce el pan, no contienen colesterol.
Sólo si consumimos pasteles o galletas con grandes cantidades de huevo, mantequilla o crema, podemos consumir colesterol a través de estos productos, pero la leyenda “bajo en colesterol” se utiliza con frecuencia como truco publicitario en los panes y cereales procesados industrialmente. Ahora que ya lo sabemos podemos evitar caer en el truco.
En el caso de la sal light y los productos con bajo contenido de sal como las carnes frías, los aderezos, productos enlatados y los quesos bajos en sal que muy pronto saldrán al mercado, resultan muy útiles para los pacientes hipertensos o los pacientes con daño renal que tienden a retener líquidos e hinchazón.
Sin embargo, en el caso del obeso no se reduce el sobrepeso al consumir este tipo de productos; estos productos sirven para evitar retener tantos líquidos, pero si tendemos a retenerlos en exceso es necesario acudir al médico especialista para que nos recomiende algún diurético.
Lo que el paciente obeso o el individuo con sobrepeso requiere para bajar de peso es específicamente perder grasa corporal, no agua, por lo tanto, no necesita reducir su consumo de sal, sino disminuir su consumo calórico, o sea que puede seguir usando y no abusando de la sal, puede seguir comiendo sabroso pero eligiendo alimentos de bajo contenido en carbohidratos y grasas.
Y si hablamos de hábitos muy comunes es el de suplir el consumo de azúcar por edulcorantes artificiales, debemos considerar que a pesar de lo mucho que se ha hablado de sus cualidades o sus efectos nocivos, todos son verdaderamente útiles para limitar el consumo calórico.
Ahora se sabe que el aspartame no es nocivo para la salud, incluso, podemos notar que los productos de Nutrasweet ya no están prohibidos para las embarazadas y los menores de edad, a menos que padezcan de fenilcetonuria, pero este producto no resiste altas temperaturas de cocción como sucedería al hornearlo, para ello pueden utilizarse otro tipo de edulcorantes a base de acesulfame K, los cuales son también de bajo contenido calórico.
Lo que resulta verdaderamente importante, es considerar el uso de esos edulcorantes artificiales, ya que a veces perdemos la proporción de que mientras una rebanada de pastel contiene entre 400 y 700 calorías, la cucharadita que añadimos al café o al té contiene sólo 14 calorías. Quizá sería importante concientizarnos respecto al uso o abuso tanto de los edulcorantes como de otro tipo de productos light.
Tras este breve análisis de la larga lista de alimentos light que existen en el mercado, sólo podemos concluir que estos productos son de gran utilidad si sabemos elegirlos y consumirlos adecuadamente, sin abusar de ellos, podemos usarlos, disfrutarlos y beneficiarnos con ellos.
