¿Hasta donde puede llegar una infección urinaria si no nos atendemos? Para el urólogo Josué Castillo Peña, jefe del Departamento de Urodinamia e Incontinencia Urinaria del Sanatorio Español de Torreón, “puede llegar hasta una insuficiencia renal y si me preguntas más, hasta la muerte, y no exagero”.
–¿Se puede hablar de un promedio o de prevalencia de estas infecciones?
–Si la mujer tiene factores adyuvantes como, por ejemplo, obesidad, no tiene buena higiene, si es diabética, si no cuenta con una educación adecuada para su vida sexual, si es estreñida, si padece incontinencia fecal o incontinencia de esfuerzo, si hay factores para que prevalezcan bacterias en la vagina, que su piel de mala calidad se extienda más de lo normal, es más fácil que esa mujer no deseche la infección por sí misma, a diferencia de una mujer completamente sana.
“Por ejemplo: la cistitis de luna de miel, que es esa inflamación de la uretra o inflamación de la vejiga que da después del coito la primera vez. Porque ciertamente si es la primera vez realmente casi siempre hay cierto dolor, vaginismo con dispareuma, cierta tensión muscular perivaginal que hace que haya mucha fricción entre el pene y vagina.
“Pero si esa mujer es sana se va a curar sola porque el mismo mecanismo de micción va ayudar a que se liberen las bacterias que provocaron la infección”.
–-¿Cómo se desenvuelven estas bacterias cuando se deja pasar mucho tiempo con la infección, viajan adentro del organismo o qué pasa?
–El mecanismo más acertado es por vía ascendente, decimos los urólogos. Las bacterias que están en la vejiga ascienden por los ureteros, los tubos de la orina, y colonizan los riñones muy fácilmente.
–¿Y cuánto tarda esto?
–Es variable, por ejemplo, la historia de todos los días de una mujer diabética es que tiene infecciones de vías urinarias, pero como tiene cierto grado de insensibilidad por la neuropatía que padece, no tiene muchos síntomas urinarios, pero presentan una infección muy fuerte, y después, cuando llegan al hospital, es con dolor en la fosa renal, muchas ya tienen un absceso perirrenal.
“Esto es en mujeres diabéticas, no en todas, hay a quienes la infección no les avanza a sus riñones pero hay a quienes sí. Los factores concomitantes, aquellos que favorecen las infecciones son muy importantes en este proceso”.