Este tipo de eventos es más frecuente de lo que se cree, y se le conoce como trombosis venosa profunda (TVP), explica la Dra. Sandra Quintana, hematóloga del Hospital General Carlos McGregor del IMSS.
A ésta se le reconoce como la tercera enfermedad vascular venosa más frecuente, y se presenta regularmente en procesos postoperatorios de pacientes con amplio reposo tras cirugías mayores de cadera o rodilla, pero también de corazón abierto, entre otras.
Con todo, sólo con autopsia se ha detectado que 70% de muertes por embolismo pulmonar fueron provocadas por una trombosis, dado que 90% de éstas no reflejan síntoma alguno.
Este riesgo se presenta porque la desaceleración o el estancamiento del flujo sanguíneo durante la convalecencia puede provocar un coágulo.
La especialista expuso que para prevenir las tromboembolias, para casos de convalecencias postcirugía de cadera o rodilla, existe un anticoagulante de administración oral, una sal desarrollada por la farmacéutica alemana Bayer llamada Rivaroxabán, que incluso el paciente puede llevar seguro a casa pero con una prescripción no mayor a 35 días.
Los anticoagulantes tradicionales orales presentan un riesgo de provocar una TVP porque el propio paciente debe calcular la dosis acorde a la ingesta de alimentos con vitamina K, como las verduras y vegetales verdes, en tanto que Rivaroxabán no necesita ese cálculo por su tipo de acción.
Adicionalmente también se estudia su prescripción en pacientes de requerimientos crónicos, como el caso de aquellos que tuvieron una cirugía de cambio de válvulas coronarias, entre otros.
Asimismo, casi en forma simultánea el regulador sanitario mexicano, Cofepris, aprobó un fármaco similar desarrollado por otro laboratorio alemán, Boehringer Ingelheim, etexhilato de dabigatrán, cuya comercialización también sólo se ha permitido para prescripción postoperatoria en casos similares.