Hoy en día existen diversos tratamientos para el TDAH de los niños sin el uso de fármacos. Parecería que el Trastorno de Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) fuera un virus debido a su alta propagación. En 1950 uno de cada 10,000 niños lo padecía, ahora lo tiene el 13% de la población. Tan sólo en Estados Unidos en 2011 el 10% de la población infantil padecía esta enfermedad, pero en 2012 se duplicó. En España hay escuelas donde la mitad de su alumnado (en educación primaria) está consumiendo Ritalín, fármaco recetado por psiquiatras y neurólogos para inhibir la hiperactividad de niños diagnosticados con TDAH. En México, aunque no hay datos precisos, los diagnósticos con niños que padecen el trastorno y por ende el consumo de la medicina va al alza.
El Dr. Joseph Knobel Freud, psicoanalista infantil y fundador y docente de la Escuela de Clínica Psicoanalítica con Niños y Adolescentes de Barcelona, España, impartió un Seminario para profesionales de la salud mental del Centro de Especialización en Estudios Psicológicos de la Infancia (CEEPI), cuyo nombre fue ‘Desmedicalización Infantil: TDA, Negativismo Desafiante y otras Etiquetas‘. La sede, el Hospital General, ‘Dr. Manuel Gea González’.
«La verdadera pandemia es la medicación de la vida cotidiana y esto aplica a niños que con toda certeza no padecen TDAH. El trastorno es el resultado del fracaso de los padres de familia y de los maestros, porque son incapaces de observar que los niños están deprimidos por diversas razones y la hiperactividad que manifiestan es el efecto del problema. Lo más fácil es medicarlos, sin embargo, en unos años veremos que habrá sociedades de adultos dependientes y con altas probabilidades de ser adictos a las drogas«, explicó Knobel Freud.
El estudioso explicó que hay ejemplos de peso que sustentan lo anterior. «El 90% de los niños que fueron diagnosticados con TDAH a nivel mundial tienen a sus padres separados o divorciados. La hiperquinesia de los niños es sólo una manera de expresar lo mal que se sienten por una realidad que no comprenden y les lastima. Los niños no han desarrollado el lenguaje adulto y no tienen palabras para expresar justo eso que sienten. No están enfermos. Sólo es que los adultos son incapaces de analizar que ellos mismos son el origen del problema. Lo que necesitan los niños, pero mucho más sus padres, es una terapia psicológica», dijo.
Knobel Freud fue más allá tras afirmar que el TDAH no existe como enfermedad. «Repito, el fracaso de los padres se llama TDAH. Pueden estar deprimidos y expresar una situación que implica abuso sexual o maltrato infantil. Es indispensable averiguar el origen del problema y verán que el padecimiento es inexistente«, concluyó.
Acorde a ese planteamiento, los tratamientos para prevenir, detectar y solucionar padecimientos emocionales de niños en CEEPI nunca hacen uso de fármacos. Se trata de psicoterapia infantil, que va al origen del problema para solucionarlo.