México está implementando una estrategia de amplio alcance para abordar el tema de la obesidad, incluyendo acciones para elevar la conciencia pública, mejorar la atención médica, regular el etiquetado y la publicidad de alimentos para niños, así como gravar alimentos y bebidas potencialmente dañinas para la salud.
“No podemos financiar las consecuencias económicas y sociales de tener a más de la mitad de la población con sobrepeso u obesidad”, dijo el Secretario General de la OCDE, Ángel Gurría. “México ha demostrado que es posible tomar medidas contundentes para hacer frente a esta epidemia; poniendo un buen ejemplo para países que enfrentan un desafío similar”.
El impuesto sobre el refresco y la comida chatarra introducido en México sigue el ejemplo de otros países miembros de la OCDE (como, Dinamarca, Finlandia, Francia y Hungría) donde impuestos similares tuvieron éxito en reducir el consumo de ese tipo de alimentos y bebidas.
Los componentes del etiquetado nutricional de la estrategia mexicana van de acuerdo con las experiencias de otros países, añadiendo algunas características innovadoras, tales como la información calórica obligatoria, no sólo por porción, sino también por producto, en la parte frontal del etiquetado.
De acuerdo con el análisis de la OCDE (OCDE, 2010), la regulación de la publicidad para los niños ha demostrado ser una estrategia eficiente, tanto en impacto como en costos. La estrategia mexicana de restringir la publicidad dirigida a los niños según la hora del día, será probablemente más fácil de poner en práctica que un enfoque para regular el contenido de los programas.
En un comunicado de prensa la OCDE expresa que espera poder trabajar con las autoridades mexicanas y otros actores relevantes para evaluar el impacto de su innovadora estrategia anti-obesidad.