En el marco del 53º Consejo Directivo de la OPS, los ministros de Salud de las Américas acordaron un plan de acción que busca asegurar la autosuficiencia de sangre y componentes sanguíneos seguros a través de la donación voluntaria y no remunerada, con el fin de salvar vidas y mejorar el estado de salud de quienes requieren una transfusión.
Las transfusiones sanguíneas son una de las ocho intervenciones clave capaces de salvar la vida de las madres durante la atención obstétrica de emergencia. También son necesarias para la atención de niños con anemias graves, pacientes con hemoglobinopatías, personas que sufren lesiones por accidentes, enfermos de cáncer, y personas que se someten a cirugías mayores, entre otros.El Plan de acción para promover el acceso universal a sangre segura de aquí a 2019 fue suscripto durante el 53° Consejo Directivo de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), que se desarrolla esta semana en Washington, DC.
En los últimos años creció el número de unidades de sangre colectadas en la región. Pasaron de aproximadamente cinco millones en 2009 a más de nueve millones de unidades en 2012. Sin embargo, este incremento fue desigual entre los países y proviene en su mayoría de donantes familiares o de reposición, en lugar de donantes voluntarios, la cual es la manera más segura de recolectar sangre.
Según datos de la OPS/OMS, los agentes patógenos transmitidos por la sangre, como el VIH y el virus de la hepatitis, son mucho más comunes en la sangre de los donantes remunerados y de reposición que en la sangre de los donantes netamente altruistas. Eso sucede porque los donantes remunerados y los familiares tienen menor probabilidad de admitir que han tenido un comportamiento de riesgo, en comparación con las personas cuya única motivación es dar sangre desinteresadamente.
En promedio, solo 4 de cada 10 donantes de sangre son voluntarios en América Latina y el Caribe, y en solo 12 países el 100% de las unidades donadas proviene de este tipo de donantes. El plan apunta a que los países logren la autosuficiencia de sangre y hemocomponentes a través del 100% de donaciones voluntarias no remuneradas.
El plan preconiza el fortalecimiento de la capacidad rectora de las autoridades sanitarias nacionales, la integración eficaz y sostenible de los programas nacionales y los servicios de sangre en el sistema nacional de salud; la implementación de programas de gestión de la calidad en la cadena transfusional, incluyendo que el 100% de las unidades de sangre sean tamizadas para descartar agentes infecciosos transmitidos por transfusión, como son el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), el de las hepatitis B y C, y el de la sífilis, y el uso adecuado de la sangre y hemocomponentes; así como la vigilancia sanitaria, la hemovigilancia, gestión del riesgo, monitoreo y evaluación.
“Este plan será una oportunidad para direccionar esfuerzos y garantizar que los servicios de salud mejoren la disponibilidad y el acceso a sangre y componentes sanguíneos seguros procedentes el 100% de donantes voluntarios”, afirmó Maria Dolores Perez-Rosales, asesora regional de Servicios de Sangre y Trasplantes de la OPS/OMS.
El Plan regional 2014-2019 prevé centrarse en las siguientes áreas críticas:
- Integración eficaz y sostenible de los programas nacionales y los servicios de sangre en el sistema nacional de salud para alcanzar la autosuficiencia, seguridad, eficiencia, disponibilidad y acceso universal a la sangre y sus componentes;
- Autosuficiencia en sangre y hemocomponentes seguros, mediante el 100% de donaciones voluntarias no remuneradas;
- Gestión de la calidad en el sistema nacional de sangre y tamizaje para detectar agentes infecciosos transmitidos por transfusión;
- Vigilancia sanitaria, hemovigilancia, gestión del riesgo, monitoreo y evaluación
Referencias
- Plan de acción para el acceso universal a sangre segura http://www.paho.org/hq/index.php?option=com_docman&task=doc_download&gid=26748&Itemid=270&lang=es