La Secretaría de Educación Pública (SEP) informó a la Cámara de Diputados que en los ejercicios fiscales 2014 y 2015, se estableció un acuerdo para priorizar el otorgamiento de becas a las alumnas que se encuentren embarazadas o sean madres.

Detalló que, a través de la Coordinación Nacional de Becas de Educación Superior, se instauró dicho criterio de apoyos en el acuerdo 708, para el ejercicio fiscal 2014, con la finalidad de promover la corresponsabilidad y una paternidad responsable, y en el acuerdo 30/12/14, para este 2015, se dio continuidad al mismo.

Además, dijo, se cuenta con la propuesta de la Dirección General de Educación Superior Universitaria (DGESU) para que desde la emisión del Presupuesto de Egresos de la Federación se etiqueten recursos destinados a la construcción de guarderías o centros de atención a mujeres embarazadas en las distintas universidades de México.

En el documento, publicado en la Gaceta Parlamentaria, la SEP expuso que dentro de los programas que opera la DGESU se encuentra el Programa de Fortalecimiento de la Calidad en Instituciones Educativas en el que se apoya la creación de guarderías dentro de las universidades.

Así respondió la SEP a un acuerdo aprobado por la Cámara de Diputados, donde se le solicitó diseñar e implementar una política pública oportuna y eficaz, focalizada en el nivel educativo básico, medio superior y superior, que permita a las jóvenes embarazadas o madres adolescentes, contar con un apoyo económico para continuar sus estudios.

Los legisladores argumentaron que, en México, el 18.2% de la población es de adolescentes y jóvenes de entre 15 y 24 años. A nivel nacional, la vida sexual activa de esta población inicia a partir de los 15.9 años, de acuerdo con información del Consejo Nacional de Población del 2014.

Mencionaron que de acuerdo con la Encuesta Nacional de la Dinámica Demográfica 2009, el 27.4% de los embarazos entre los jóvenes no fueron planeados y 12.9% no los deseó. Además, la gestación en la adolescencia se asocia a mayores tasas de morbilidad y mortalidad, tanto para la madre como para el niño.

La problemática del embarazo no planificado en adolescentes y su relación con la educación en salud sexual y reproductiva, destacaron, ha cobrado mayor importancia en la sociedad, y consideraron que entre más orientación exista, las y los adolescentes podrán ejercer sus sexualidad de manera responsable.