La mastografía es un estudio de imagen que emplea radiación ioniznte (Rayos x) y se realiza en un equipo denominado mamógrafo, diseñado exclusivamente para el estudio de la glándula mamaria.
Es el único método de imagen que ha demostrado su utilidad para la detección temprana de lesiones en la mama que pudieran ser o llegar a convertirse en cáncer.La Dra. Yolanda Villaseñor Navarro, Radióloga oncóloga, hace mención en una publicación de que la mastografía es aceptada como el mejor método con el que contamos actualmente para la detección de cáncer mamario de manera temprana, ya que detecta alteraciones antes de que se puedan sentir o que haya síntomas. Sin embargo, aclara que no se trata de un estudio perfecto, ya que no detecta todas las lesiones que existen en las mamas y cuando detecta lesiones, no todas son cáncer.
La especialista aclara que todas las mujeres deben realizarse por norma oficial la mastografía cada 2 años a partir de los 40, pero si es posible conviene hacerla una vez por año. Mujeres que tengan familiares directos que hayan tenido cáncer de mama deberán comenzar las mastografías 10 años antes de la edad que tenía su familiar cuando desarrolló cáncer.
La quien es también Jefa del Departamento de Imagen del Instituto Nacional de Cancerología, destaca que la mastografía puede generar molestia, ya que es necesario aplicar compresión del seno con el fin de obtener imágenes de calidad, y además se le pide a la mujer que esté inmóvil algunos segundos. Esta molestia es momentánea y bien tolerada por la mayoría de las mujeres.
¿Cuáles son los mitos más comunes entorno a la mastografía?
La Dra. Yolanda Villaseñor explica que 2 de los mitos más comunes son:
Mito 1: La mastografía de Rayos X produce cáncer
Realidad: Las dosis de Rayos X de estos procedimientos son muy bajas. A pesar de ello deben ser realizadas de manera óptima para evitar sobreexposición a radiación y recordar que la radiación ionizante, aunque es mínima, no es inocua. Existen reportes en la literaturaa de cáncer de mama inducido por radiación aunque es poco frecuente.
Mito 2: La mastografía no duele
Realidad: La mastografía es tolerada por la mayoría de las mujeres pero sí produce una molestia el realizarla. Se aplica presión al seno para poder obtener una imagen plana y eso causa una molestia real.
Cabe resaltar que si la paciente ya está dada de alta y no tuvo mastectomía (conservó la mama tratada), los primeros dos años deberá hacerse una mastografía cada 6 meses en esa mama. Después de eso, cada año como cualquier paciente. En caso de haber sido dada de alta de cáncer de mama, el médico tratante deberá determinar la frecuencia de las mastografías.
La Dra. Yolanda Villaseñor Navarro, es Radióloga Oncóloga, Jefa del Departamento de Imagen del Instituto Nacional de Cancerología, Presidenta de la Asociación Mexicana de Mastología (2009-2011).
Referencias
- Cuaderno informativo de Salvati A.C. Disminución de riesgos de cáncer de mama.