Las actitudes negativas al envejecimiento afectan tanto a la salud física y cognitiva en los últimos años, revela una nueva investigación. El estudio Irish Longitudinal Study on Ageing (TILDA, Estudio Irlandes Longitudinal sobre el Envejecimiento), en el Trinity College Dublín (Colegio Trinity de Dublín ), revela además que los participantes con actitudes positivas hacia el envejecimiento habían mejorado su capacidad cognitiva.
Hallazgos destacados:- Los adultos mayores con actitudes negativas hacia el envejecimiento caminaban a una velocidad más lenta y sus capacidades cognitivas eran peores dos años después, en comparación con los adultos mayores con actitudes más positivas hacia el envejecimiento.
- Esto fue cierto incluso después de que cambios de salud por los medicamentos de los participantes, el estado de ánimo, sus circunstancias de vida y otros se habían producido en el mismo período de dos años que se contabilizaron.
- Por otra parte, las actitudes negativas hacia el envejecimiento parecían afectar la manera en diferentes condiciones de salud interactuaban. Los adultos mayores frágiles se encuentran en riesgo de sufrir varios problemas de salud, incluyendo el empeoramiento de sus capacidades cognitivas. En la muestra de TILDA los participantes frágiles con actitudes negativas hacia el envejecimiento tenían peores capacidades cognitivas en comparación con los participantes que no eran frágiles. Sin embargo, los participantes frágiles con actitudes positivas hacia el envejecimiento tenían el mismo nivel de habilidad cognitiva que sus compañeros no frágiles.
Al conversar respecto a los resultados, el investigador principal, el Dr. Deirdre Robertson comentó: «La forma en que pensamos, hablamos y escribimos sobre el envejecimiento pueden tener efectos directos sobre la salud. Todo el mundo se hace mayor y si las actitudes negativas hacia el envejecimiento se cargan durante toda la vida estas pueden tener un efecto perjudicial y mensurable sobre la salud mental, física y cognitiva«.
El investigador principal del TILDA, la profesora Rose Anne Kenny, ha añadido: «Los investigadores y los responsables políticos pueden trabajar juntos para desarrollar e implementar una amplia intervención social para orientar respecto a las actitudes y quizás, en última instancia, encontrar nuevas formas de mantener la salud en la vida posterior«.
Los datos de TILDA ofrece una oportunidad única para estudiar las actitudes hacia el envejecimiento, ya que sigue los cambios de salud a través del tiempo en una muestra nacional representativa de adultos mayores residentes en la comunidad.
Estos últimos hallazgos tienen implicaciones importantes para medios de comunicación, políticos, profesionales y sociedad en general. Las actitudes sociales hacia el envejecimiento son predominantemente negativas. Todo el mundo se hace mayor y si estas actitudes persisten, continuarán disminuyendo la calidad de vida.
Referencias
- Robertson D, Kenny RA, Negative perceptions of aging modify the relationship between frailty and cognitive function. Personality and Individual Differences 2015. Doi: 10.1016/j.paid.2015.12.010; Disponible en el URL https://www.researchgate.net/publication/287406545_Negative_perceptions_of_aging_modify_the_association_between_frailty_and_cognitive_function_in_older_adults