La hepatitis B es una infección viral del hígado que puede llegar a un cuadro agudo o una enfermedad crónica. El contagio puede ser por contacto con la sangre u otros líquidos corporales de una persona infectada; ya sea contacto sexual, procedimientos médicos y quirúrgicos, además de la reutilización de jeringas y agujas en entornos sanitarios.
Esta enfermedad es prevenible con la vacuna que actualmente está disponible y que presenta una eficacia del 95% en la prevención de la infección y la aparición de una enfermedad crónica y cáncer del hígado debido al contagio del virus.El virus de la Hepatitis B puede sobrevivir fuera del organismo por lo menos siete días. En ese periodo de tiempo todavía puede causar infección si penetra en el organismo de una persona no protegida por la vacuna. Su detección puede ser dentro de los 30 y 60 días después de la infección, y puede persistir y dar lugar a una hepatitis B crónica.
La mayor parte de los afectados no experimentan síntomas durante la fase de infección aguda, aunque algunas personas presentan un cuadro agudo con síntomas que duran varias semanas. En algunos casos también puede causar una infección hepática crónica, que posteriormente puede dar lugar a cirrosis o cáncer de hígado.
No hay un tratamiento específico contra la hepatitis B aguda; por lo tanto, la atención se centra en mantener el bienestar y un equilibrio nutricional adecuado, especialmente la reposición de los líquidos perdidos por los vómitos y diarreas.
La infección crónica por el virus de la hepatitis B puede tratarse con fármacos, en particular agentes antivirales orales.
Referencias
- Información proporcionada por la Sociedad Mexicana de Salud Pública A.C.