El posgrado pretende contribuir a la impartición del conocimiento, y a la generación de un protocolo de actuación para legislar con perspectiva de género. Diputados, académicos y expertos coinciden en crear protocolo para legislar con enfoque de género.
Es necesario elaborar un protocolo de actuación para legislar con enfoque de género, que incluya aprendizaje, trasmisión de conocimientos y creación de leyes, coincidieron diputados, académicos y expertos durante la ceremonia de apertura de la Maestría en Género y Derecho, organizada por la Cámara de Diputados y la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).Al evento, que inauguró el pasado 30 de marzo de 2016 el presidente de la Junta de Coordinación Política, César Camacho, en compañía del director general del Centro de Estudios de Derecho e Investigaciones Parlamentarias (CEDIP), Sadot Sánchez Carreño, acudió la ex ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Olga Sánchez Cordero, quien ofreció una conferencia magistral.
La diputada y promovente del evento, Erika Araceli Rodríguez Hernández, explicó que la igualdad de género contiene varias premisas, a través de las cuales se debe incluir y transversalizar este enfoque en el trabajo legislativo, ya que “la llegada de mujeres a puestos de toma de decisión no garantiza el cumplimiento de la agenda de género por sí sólo”.
Se requiere, continuó, dotar de instrumentos analíticos y valorativos a los legisladores, de ahí la necesidad de crear el posgrado para acelerar el enfoque de género en el quehacer parlamentario y trabajar en normas que estén en armonía con los conceptos de igualdad.
Enfatizó que el posgrado es resultado del compromiso de la LXIII Legislatura y la UNAM para que las y los alumnos de esta primera generación, entre ellos diputados y asesores, elaboren el primer protocolo de actuación que permita legislar con enfoque de género.
La también secretaría de la Comisión de Igualdad de Género, resaltó que la LXIII Legislatura es la más cercana a la paridad de género en la historia de México, al contar con un total de 212 parlamentarias, resultado de la Reforma Política Electoral promulgada el 31 de enero de 2014.
Propuso aspirar a esquemas de igualdad que impliquen modificar las circunstancias que impiden a personas o grupos el ejercicio pleno de sus derechos y el acceso a oportunidades. “Es necesario erradicar no sólo los sesgos en las normas, sino aquellos aspectos que culturalmente inhiben a condiciones de igualdad”, subrayó.
En tanto, la presidenta de la Comisión de Igualdad de Género, Laura Nereida Plascencia Pacheco, dijo que gracias al marco jurídico vigente en materia de género, particularmente la Reforma Política Electoral, el parlamento mexicano ocupa el séptimo lugar en representación paritaria de los países que integran la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE).
Sin embargo, destacó, lo importante no es que lleguemos más mujeres a una cámara o espacio de representación, sino lo que construyamos a partir de ese lugar de empoderamiento a beneficio de México y de la sociedad.
Mencionó que la agenda de género no es un tema sólo de mujeres, “sino de todos, mujeres y hombres en condiciones de igualdad”.
“Sé que con la guía de los académicos de la UNAM, habremos de tener a las y los mejores profesionistas en conocimientos de género para hacer realidad cada uno de los postulados internacionales y sus principios básicos, como son las convenciones de la CEDAW y Bélem do Pará”, acotó.
El director del programa de la maestría, Carlos Reyes Díaz, expresó que el posgrado pretende contribuir no sólo a la impartición del conocimiento, sino a la generación de un protocolo de actuación para legislar con perspectiva de género.
Resaltó que el tema de género y el derecho deben materializarse en todos los ámbitos de la comunidad, por lo que “el aporte que daremos es justamente dar un diálogo constructivo en un asunto que requiere mayor impulso en todos los sentidos y destruir esquemas de inequidad”.
Contribuir con el posgrado permitirá a la UNAM cumplir con una de las misiones más importantes: dotar de herramientas a los sectores productivos y de toma de decisiones, a fin de crear productos que generen una sociedad mejor, indicó.
En su conferencia magistral “La práctica de legislar con perspectiva de género”, la ex ministra Olga Sánchez Cordero estimó que dicho protocolo tendrá el reto de cambiar la manera de aplicar normas, ya que “no basta con crear leyes cuando la realidad es otra”.
Precisó que las diferencias de género se sustentan en roles, características y tareas, construidas artificial y socialmente, que nos impone la sociedad en virtud de las interpretaciones que hacemos de nuestro propio sexo.
Eso propicia, enfatizó, simetrías de poder y condición al acceso a los recursos y oportunidades. Es decir, continuó, las diferencias de género producen desigualdad y estereotipos nocivos, en la medida en que nos imponen una carga y nos niegan beneficios, nos marginan y niegan nuestra dignidad y la diversidad de proyectos de vida.
Al mencionar el protocolo de la SCJN para juzgar con perspectiva de género, señaló que éste responde a lineamientos internacionales y medidas de reparación ordenadas por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.
Este documento, explicó, desarrolla 5 nociones “importantes para que se tomen en cuenta” son :
- igualdad,
- no discriminación,
- estereotipo de género,
- categorías sospechosas
- y la perspectiva de género.
Subrayó que hay aspectos que deben ser permanentes al legislar, hacer políticas públicas, juzgar, aplicar y crear leyes como los criterios de sospecha que señala el artículo 1 constitucional, porque “el ser humano normaliza y naturaliza los comportamientos y las funciones a priori”.