La atención oportuna y el manejo multidisciplinario de médicos especialistas del Hospital Regional de Alta Especialidad “Dr. Gustavo A. Rovirosa Pérez” de Villahermosa, Tabasco, permitieron a Diego Rodríguez May sobrevivir, luego de que el pasado 14 de mayo, un vehículo lo embistiera en el centro de la ciudad, provocándole graves quemaduras por fricción en el 35% de la superficie corporal.
El joven de 23 años originario de la Ranchería Lechugal del municipio de Centla, quien además padece hemofilia, fue trasladado al hospital en estado crítico con un shock hipovolémico, debido al sangrado masivo de sus lesiones que le provocaron además perdida de tejido muscular.El director general del Hospital Regional de Alta Especialidad “Dr. Gustavo A. Rovirosa Pérez”, Francisco Javier Gutiérrez Moreno destacó que es la primera ocasión en México que cirujanos plásticos logran la atención exitosa de un paciente hemofílico.
Explicó que por las condiciones que presentaba, el paciente fue ingresado a la sala de trauma-choque con lesiones extensas y profundas en tórax, abdomen, muslo, pierna izquierda y parte del área genital, donde un grupo de especialistas inició su atención médico-quirúrgica.
En el proceso de atención se procedió a su estabilización hemodinámica a través de la transfusión de varios paquetes globulares, así como de plasma hemoderivados.
También se realizó el lavado quirúrgico de toda el área lesionada; sin embargo, debido a que su hemofilia agravaba su condición, fue necesario suministrarle el medicamento conocido como factor IX, para lograr una adecuada coagulación sanguínea, fármaco que además de ser muy costoso, no se vende en el país.
Por ello autoridades del hospital se pusieron en contacto con la presidenta de la Asociación Tabasqueña de Hemofilia AC, María Luisa Bastar de Abreu, quién de manera altruista donó parte del tratamiento que requería el paciente para su estabilización.
El doctor Alejandro Ruíz García, especialista en cirugía plástica y reconstructiva expuso, que las quemaduras graves que presentaba Diego, afectaron el 35% de su superficie corporal en el espesor de la piel, incluyendo la epidermis, la dermis y la grasa, por lo que para evitar infecciones se le practicaron lavados quirúrgicos cada tercer día.
Una vez que el tejido se encontraba en condiciones adecuadas, procedieron a realizarle el injerto de piel, el cual poco a poco se ha ido adhiriendo al tejido.
El paciente fue dado de alta el pasado 2 de julio de 2016, pero se mantendrá bajo supervisión médica a través del Servicio de Consulta Externa, y se espera que en un lapso no mayor a 30 días se reincorpore a sus actividades.