El consumo de una gran cantidad de grasas poli-saturadas, así como la falta de una dieta rica en fibra, frutas y vegetales durante el período de la infancia y la adolescencia pueden aumentar la probabilidad de sufrir una enfermedad inflamatoria intestinal. La mala alimentación puede disminuir la respuesta del sistema inmunológico, e incrementar la vulnerabilidad a la enfermedad inflamatoria intestinal.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), una mala alimentación puede disminuir la respuesta del sistema inmunológico, alterar el desarrollo físico y mental, e incrementar la vulnerabilidad a la enfermedad inflamatoria intestinal [1]. En México, con base en las cifras del Instituto Nacional de Estadística, los mexicanos preferimos gastar entre 17% y 175% más en jugos, refrescos, bebidas alcohólicas y cerveza que en alimentos de la canasta básica como tortillas, leche, frutas o huevos [2], situación que podría contribuir al aumento de las probabilidades de desarrollar alguna Enfermedad Inflamatoria Intestinal (EII) como consecuencia de estos hábitos de consumo.La Colitis Ulcerativa y la Enfermedad de Crohn son las principales afecciones intestinales de la EII; en donde factores genéticos, inmunológicos y ambientales influyen en su desarrollo. La enfermedad de Crohn causa inflamación en cualquier parte del tubo digestivo provocando que se formen úlceras, sus principales síntomas son:
- Dolor abdominal
- Pérdida significativa de peso
- Diarrea y fiebre
- y en algunos casos, sangrado rectal.
Por otro lado, la Colitis Ulcerativa Crónica Inespecífica, se caracteriza por úlceras en el colon, diarrea y sangrado por el recto; ambas entidades pueden tener complicaciones que amenazan la vida.
En los últimos años, la EII ha despertado interés en los especialistas por su incremento en el número de casos que se han presentado en gran parte de la geografía mundial, especialmente en los países más avanzados, y su tendencia creciente asociada a la industrialización en los países en vías de desarrollo. En México, la EII se diagnostica en adultos jóvenes entre los 15 y 30 años, y afecta a ambos géneros, siendo ligeramente superior la prevalencia en hombres en el caso de Colitis Ulcerativa Crónica Inespecífica (CUCI), y superior en mujeres en la Enfermedad de Crohn (EC) [3].
La Doctora Rosa María Miranda, médico adscrita al servicio de gastroenterología del Centro Médico ISSEMyM en Toluca, Estado de México, aseveró que “existen diferentes tratamientos para el paciente con alguna EII, por lo que es muy importante que los pacientes sean diagnosticados de manera oportuna por el especialista, y sea éste quien determine el tratamiento más adecuado de acuerdo a la evolución de la enfermedad”
Dentro de los tratamientos para la EII se encuentran los biotecnológicos, como el de la biofarmacéutica AbbVie, que es de origen biológico y cien por ciento humano, y ha demostrado seguridad y eficacia, mejorando la calidad de vida de muchos pacientes con EII en México.
Referencias
- OMS. (2015). Nutrición. agosto 26, 2016, de OMS Sitio web: http://www.who.int/topics/nutrition/es/
- Industria Alimenticia. sep2014, Vol. 25 Issue 9, p14-23. 8p
- Dr. Edder René Sandoval G. (2008). Enfermedad inflamatoria intestinal: realidad en México. 2008, de Enfermedad inflamatoria intestinal: realidad en México Sitio web: http://www.revistagastroenterologiamexico.org/index.php?p=watermark&idApp=UINPBA000046&piiItem=13131944&origen=gastromexico&web=gastromexico&urlApp=http://gastromexico.elsevier.es&estadoItem=S300&idiomaItem=es