El plan, aprobado durante el 55º Consejo Directivo de la OPS, se construye sobre la base de otros planes y estrategias que la OPS y los países de la región llevaron adelante y que lograron aumentar hasta el 55% la cobertura de tratamiento con antirretrovirales entre 2006 y 2015, evitar 28 mil casos nuevos en niños en los últimos 5 años, y convertir a Cuba en el primer país del mundo en recibir en 2015 la certificación de la OMS por haber eliminado la transmisión de madre a hijo del VIH y la sífilis. El nuevo plan de acción está en consonancia con las estrategias mundiales de la OMS, ONUSIDA y con los nuevos Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas. Además, se enmarca en la estrategia mundial de escalamiento rápido de la respuesta, conocida como Fast Track.
Sobre la base de 30 años de esfuerzos en la respuesta al VIH, los ministros de salud de las Américas acordaron un plan para acelerar de aquí al 2020 las medidas de prevención y tratamiento para poner fin al SIDA y las infecciones de transmisión sexual (ITS) como problemas de salud pública para 2030.
“Contamos con herramientas poderosas de prevención y tratamiento que pueden lograr que la respuesta al VIH supere a la epidemia”, aseguró Marcos Espinal, director del Departamento de Enfermedades Transmisibles y Análisis de la Salud de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), oficina regional para las Américas de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Para 2020, el nuevo plan buscará reducir en un 74% los casos nuevos de VIH en la región; disminuir en un 62% las muertes anuales relacionadas con sida; bajar del 7% al 2% la proporción de niños que nacen con VIH de madres infectadas, y que 5 o menos niños nazcan con sífilis congénita por cada 10 mil nacidos vivos. También apuntará a disminuir en un 5% los casos nuevos de cáncer cervicouterino, que es causado por el virus del papiloma humano (VPH) y se transmite fácilmente por contacto sexual.
“Debemos dar una respuesta más acelerada, focalizada, innovadora, eficaz y sostenible, basada en un enfoque de salud pública, derechos humanos, igualdad de género e interculturalidad”, consideró el jefe de la unidad de VIH, Hepatitis, Tuberculosis e Infecciones de Transmisión Sexual de la OPS/OMS, Massimo Ghidinelli.
Para lograrlo, el plan establece la necesidad de ampliar y asegurar el acceso equitativo a los servicios de prevención, atención y tratamiento del VIH y las ITS a través del trabajo integrado de los servicios de salud, con la participación activa de la sociedad civil. Además, llama a mejorar y ampliar el financiamiento público de los programas.
Eliminar la discriminación y otras barreras que dificultan el acceso oportuno a los servicios de salud es otro de los objetivos de la iniciativa, así como focalizar las acciones en las poblaciones más afectadas y en mayor riesgo de VIH en la región, como las trans, los hombres gais y otros hombres que tienen relaciones sexuales con hombres, y los trabajadores y trabajadoras sexuales.
A pesar de estos avances, alrededor de 2 millones de personas viven con VIH en América Latina y el Caribe, 100 mil personas se infectan con VIH anualmente, algo que ha experimentado un repunte en los últimos años, y 50 mil fallecen por causas relacionadas con el SIDA. Las ITS, un grupo de enfermedades fácilmente curables, afectaron a 51 millones de adolescentes y adultos en 2012 en la región.
Sitios de interés
- Plan de acción para la prevención y el control de la infección por el VIH y las infecciones de transmisión sexual 2016-2021
- 55º Consejo Directivo de la OPS