La senadora Lorena Cuéllar Cisneros, advirtió que la violencia gineco-obstétrica persiste en México y atenta contra los derechos fundamentales de millones de mexicanas.
En la sesión del pasado 2 de marzo de 2017, la legisladora refirió que, según la Escuela Nacional de Enfermería y Obstetricia de la UNAM, se estima que al menos 1 de cada 4 mujeres ha sido víctima de este tipo de agresión.
El estudio, agregó Cuéllar Cisneros, señala que alrededor del 46% de nacimientos durante el 2014 fueron cesáreas, “lo que permite concluir que esta práctica se está generalizando”.
Ante estos datos, propuso reformar el artículo 46 de la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, a fin de establecer los supuestos mínimos bajos los cuales debe actuar la Secretaría de Salud para erradicar la violencia gineco-obstétrica.
Con esta iniciativa, se busca erradicar las siguientes conductas:
- La omisión de la atención inmediata, de emergencias ginecológicas u obstétricas,
- obligar a la madre a parir en determinada posición, aun cuando existan condiciones para llevarse a cabo en una más cómoda y beneficiosa para el lactante.
Así como, a la obstaculización del apego inmediato del menor a la madre tras el parto, a menos que exista causa médica justificada o el inducir cambios en el proceso natural del parto sin el consentimiento voluntario y expreso de la mujer.
Las legislaturas de los estados, planteó la senadora, llevarán a cabo las adecuaciones correspondientes a su legislación local para establecer el régimen de sanciones, mismo que debe alcanzar no solo a hombres sino también a mujeres en ejercicio de sus funciones en el área de la salud.
El proyecto de decreto se envió a las comisiones unidas Para la Igualdad de Género y de Estudios Legislativos, Segunda.