En el marco del Día Mundial de la Artritis Reumatoide, a celebrarse el próximo 12 de octubre, reconocemos el valor con el que los pacientes, familiares y profesionales de la salud enfrentan este padecimiento crónico. La artritis reumatoide (AR) es un problema de salud pública a nivel mundial debido a su alta prevalencia, a sus graves consecuencias funcionales y al alto impacto económico y social [3]. En México, se estima que la AR tiene una prevalencia del 1.6% 4 y afecta principalmente al grupo etario con mayor capacidad laboral y productiva, sin mencionar la disminución en la calidad de vida de los pacientes [5].
La artritis reumatoide (AR) es una enfermedad inflamatoria sistémica crónica que se caracteriza principalmente por la inflamación del revestimiento o membrana sinovial de las articulaciones [6]. Aunque la AR puede iniciar en cualquier articulación, comienza con mayor frecuencia en las más pequeñas como los dedos, manos y muñecas.
Los daños en las articulaciones asociados con la AR progresan constantemente durante los primeros 20 años y representa más del 35% de la discapacidad establecida en este padecimiento [7] , creando una carga económica significativa. En el caso de la AR en México, se estima que el costo médico directo mensual en dólares es de $2,334 y el gasto de bolsillo del paciente es de $610. Se ha encontrado que el 15% del ingreso familiar se destina a gastos por AR, lo que se llega a considerar como gastos catastróficos en la economía familiar [8]. Ante este panorama, es importante tener acciones que deriven en diagnósticos tempranos, referencias con el especialista y acceso a tratamientos que permitan a los pacientes cumplir las metas de control de la enfermedad.
“Reconocer los síntomas y hacer un diagnóstico temprano con el especialista es muy importante para que los pacientes que tienen artritis reumatoide no presenten daños severos en las articulaciones; también es primordial que los médicos estén al tanto de que existen tratamientos biotecnológicos, como el de la biofarmacéutica AbbVie, que ayuda a controlar y a que no prevalezcan las manifestaciones de la enfermedad”, comentó la Dra. Sandra Carrillo, Especialista en Reumatología en el Hospital Primero de Octubre del ISSSTE [2].
En ausencia de tratamiento curativo de la AR, el objetivo terapéutico es obtener el mejor control posible de su actividad. Esto implica
- Conseguir una disminución del proceso inflamatorio suficiente para que aminore significativamente el dolor.
- Se prevenga o controle el daño articular.
- Se preserve la capacidad funcional para realizar actividades cotidianas.
En los últimos años, han surgido una serie de cambios relevantes en el abordaje práctico del paciente con AR. El diagnóstico correcto, el tratamiento precoz, lo biotecnológicos y otros factores han desencadenado una importante mejoría en el tratamiento de esta enfermedad.
«Nuestro proceso de innovación, descubrimiento y desarrollo de nuevas moléculas siempre inicia con el paciente. ¿Cuáles son sus necesidades no satisfechas? ¿Cómo podemos mejorar sus opciones de tratamiento? ¿Cómo asegurar la obtención de mejores resultados? Empezar por conocer las necesidades no satisfechas de los pacientes nos permite centrar nuestros esfuerzos y nos mantiene enfocados en nuestro objetivo: ayudar a los pacientes a mejorar su estado de salud y sus vidas, por eso estamos muy orgullosos de contar con un portafolio de investigación muy continuo y robusto, en el cual próximamente podremos ofrecer nuevas alternativas de tratamiento para la Artritis Reumatoide y otros cuadros inflamatorios de origen inmune» aseveró, el Dr. José Luis Cañadas, Director Médico de AbbVie México.
Referencias
- Scott DL, et al. “The links between joint damage and disability in rheumatoid arthritis.” Rheumatology.
2000;39:122-132. - Mould-Quevedo J, Peláez-Ballestas I, Vázquez-Mellado J, Terán-Estrada L, Esquivel-Valerio J, Ventura-Ríos L, et al. El costo de las
principales enfermedades reumáticas inflamatorias desde la perspectiva del paciente en México. Gac Med Mex. 2008; 144:225–31. - Mario H Cardiel et al . (2014). Actualización de la Guía Mexicana para el Tratamiento Farmacológico. Reumatologia Clínica, 10(4), 227–240.
- Peláez-Ballestas I, Sanin LH, Moreno-Montoya J, Alvarez-Nemegyei J, BurgosVargas R, Garza-Elizondo M, et al., Grupo de Estudio
Epidemiológico de Enfermedades Músculo Articulares (GEEMA). Epidemiology of the rheumatic diseases in Mexico. A study of 5 regions
based on the COPCORD methodology. J Rheumatol. 2011; 86:3–8.2. Cardiel MH, Rojas-Serrano J. Community based study to estimate
prevalence, - Cardiel MH, Rojas-Serrano J. Community based study to estimate prevalence, burden of illness and help seeking behaviour in rheumatic
diseases in Mexico City. A COPCORD study. Clin Exp Rheumatol. 2002; 20:617–24. - Brennan F, McInnes I. “Evidence That Cytokines Play a Role in Rheumatoid Arthritis.” Journal of Clinical Investigation.
2008;118(11):3537–3545. - Scott DL, et al. “The links between joint damage and disability in rheumatoid arthritis.” Rheumatology.
2000;39:122-132. - Mould-Quevedo J, Peláez-Ballestas I, Vázquez-Mellado J, Terán-Estrada L, Esquivel-Valerio J, Ventura-Ríos L, et al. El costo de las
principales enfermedades reumáticas inflamatorias desde la perspectiva del paciente en México. Gac Med Mex. 2008; 144:225–31.