La diputada Miriam Dennis Ibarra Rangel propuso reformar el artículo 4 de la Ley de Asistencia Social, a fin de establecer un trato igualitario a madres y padres solos que tengan a su cuidado hijos menores de 18 años.
Señaló que con esta reforma se busca eliminar un posible trato discriminatorio, reconociendo expresamente que el hombre soltero, con hijos menores de 18 años, también será sujeto de asistencia social preferente, tal y como la recibe actualmente la mujer.Esto permitirá garantizar a las nuevas generaciones de estos padres, acceder a diversos mecanismos de apoyo social, en beneficio suyo y sus descendientes.
De acuerdo con estudios desarrollados en el país, existen indicios de que los varones están ampliando su papel de padre, al involucrarse más en la crianza y cuidado de sus hijos, y establecer relaciones más cercanas. Se caracterizan por valorar a sus pequeños, no solamente en términos de los costos que implican su manutención y educación, sino fundamentalmente del tiempo, afecto y atención que desean brindarles.
La legisladora sostuvo que dentro de las actividades básicas de asistencia social, está el ejercicio de la tutela de los menores, en los términos de las disposiciones legales aplicables; el apoyo a la educación y capacitación para el trabajo de personas con carencias socioeconómicas, y la promoción del desarrollo, el mejoramiento y la integración familiar.
Igualmente, el fomento de acciones de paternidad responsable que propicien la preservación de los derechos de la niñez a la satisfacción de sus necesidades y a la salud física y mental; la orientación nutricional y la alimentación complementaria a población de escasos recursos y a población de zonas marginadas, y la prevención de la discapacidad, y la habilitación y rehabilitación e integración a la vida productiva o activa de personas con algún tipo de discapacidad.
La iniciativa, turnada a la Comisión de Salud, señala que se ha desarrollado un mayor interés por parte de las nuevas generaciones de padres por involucrarse más cercana y afectivamente con los hijos, aunque, también, se debe aceptar que los estereotipos de género continúan presentes en nuestra sociedad.