En el marco de la 78ª Sesión Científica de la Asociación Americana contra la Diabetes (ADA) en Orlando, Florida, Sanofi presentó un amplio programa de investigación basado en evidencias del mundo real (RWE, por sus siglas en inglés real-world evidence) en donde compara la efectividad de la insulina U300 con las diferentes insulinas de acción prolongada de primera generación para tratar a aquellas personas que viven con diabetes mellitus tipo 2 (DMT2).
Sufrir un evento de hipoglucemia puede ser desagradable, atemorizante y en casos graves puede requerir asistencia médica o inclusive hospitalización, lo que puede ocasionar un efecto psicológico importante sobre el paciente. Aunado a ello, los períodos prolongados de hiperglucemia pueden acarrear serias complicaciones a largo plazo, como un padecimiento cardiovascular. Asimismo, la motivación del paciente para apegarse al tratamiento puede verse afectada e inclusive podría orillarlo a detener totalmente su tratamiento [1].
Los resultados de los estudios DELIVER D+ y LIGHTING (estudios basados en evidencia del mundo real) muestran una tendencia en la reducción de los niveles de azúcar sanguínea a largo plazo, con una incidencia similar o reducida de eventos de hipoglucemia en los pacientes con diabetes tipo 2. La insulina U300 reduce significativamente la tasa de eventos graves de hipoglucemia en un 25% en comparación con la insulina degludec en personas que comienzan a tratar su DMT2 con una segunda generación de insulina basal.
Otros estudios como TOP-2, demuestran que a lo largo de 12 meses los pacientes con DMT2 que cambiaron de tratamiento a la insulina U300 redujeron las tasas de eventos hipoglucemia a cualquier hora del día, y particularmente por la noche.
El cambio de tratamiento de insulinas de acción prolongada de primera generación a insulina U300 reduce significativamente las tasas de hipoglucemia e hipoglucemia grave. Las personas con DMT2 que toman un control más directo sobre su ajuste de dosis pueden lograr resultados de azúcar sanguínea similares a los que siguen un algoritmo de ajuste de dosis recomendado por el médico.
Después de 9 meses, los pacientes que cambiaron de otra insulina de acción prolongada a la insulina U300 lograron menores niveles de azúcar sanguínea a largo plazo (HbA1c) 0.13%, con un ajuste de dosis por iniciativa propia, en comparación con un método más tradicional aconsejado por el médico. De manera similar, los pacientes que comenzaron con la insulina U300 como su primera insulina de acción prolongada lograron un nivel de azúcar sanguínea 0.14% más bajo a largo plazo, con un ajuste de dosis por iniciativa propia. Ya fuera que cambiaran o comenzaran el tratamiento de insulina con U300, los niveles de hipoglucemia se redujeron o fueron similares para ambos métodos.
Para las personas con diabetes tipo 1 no controlada, también está demostrado con el estudio NEO 1 que la insulina U300 mejora el control de los niveles de azúcar sanguínea sin aumentar el riesgo de eventos de hipoglucemia.
Los resultados de los estudios demuestran que los pacientes pueden contar con un tratamiento que les permita tener mejor calidad de vida, a la vez que también pueden hacer una contribución crucial para disminuir de manera eficaz su nivel de azúcar sanguínea, cuando se les asesora bien y cuando se apoyan en un algoritmo de ajuste de dosis.
Para concluir, el Dr. Antonio Tataranni, Vicepresidente Senior y Jefe de Asuntos Médicos, Diabetes y Cardiovascular en Sanofi mencionó que “los estudios basados en evidencias del mundo real proporcionan una confirmación importante de los resultados que se observaron anteriormente en el entorno del ensayo clínico y ayudarán a los médicos a tomar decisiones informadas sobre los tratamientos más adecuados para sus pacientes«.
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