Nuestro andar entre la Ensordecedora Burocracia, quien no ha permitido avanzar a las iniciativas de ley para cumplir con el derecho de las niñas y niños mexicanos a una salud auditiva de calidad y que hoy, al final de la ya agonizante legislatura, dejaron en el cajón. La misión de Escuchar es lo Máximo A.C., toma mayor relevancia en la promoción y al activismo a favor de la salud auditiva de los menores en nuestro país.
Para lograr nuestro objetivo, en el último trimestre de 2015 con el apoyo de la Senadora Martha Tagle, nos apoyaron otorgando un espacio en el Senado de la República para realizar un foro sobre el derecho a la Salud Auditiva Infantil en febrero de 2016.
En el foro, representantes de ambas cámaras se declararon a favor de nuestra causa y en pro de la niñez mexicana, comprometiéndose a hacer todo lo posible como legisladores y como seres humanos para garantizar que la Ley General de Salud fuera reformada, y hacer que el Tamiz Auditivo Neonatal se aplicara a todos los niños al momento de nacer, de manera gratuita y no solo a los prematuros como está estipulado hasta la fecha.
Desde entonces y a pesar de existir esta iniciativa ya aprobada en el pleno de la Cámara de Senadores, misma que decididamente apoyamos como organización de la Sociedad Civil; en Diputados, a pesar de contar con el apoyo de la Comisión de Salud, nos encontramos con un obstáculo tras otro para que fuera aprobada.
Debo señalar que la iniciativa en cuestión, en su redacción implicaba que el Estado Mexicano tenía que garantizar el acceso al implante coclear a todos las niñas y niños que lo necesitaran. Esas dos palabras se convirtieron en uno de los obstáculos principales, y venía justamente de la Secretaría de Salud Federal, quien no avalaba el hecho de que se tamizara a todos los niñas y niños de manera obligatoria (aunque nadie lo dice abiertamente), pues eso obligaría a la Secretaría a brindar el tratamiento necesario.
Aunque sea su derecho, tamizar a todos los bebés implicaría detectar más casos con problemas de sordera, lo cual incrementaría la demanda de implantes auditivos y eso representa un costo.
Ante este panorama, se comenzó un peregrinar por diversas oficinas de gobierno para ver qué podíamos hacer al respecto. Se expuso el caso ante senadores, diputados, comisiones de todo tipo y, finalmente supimos que del Senado como cámara de origen, salió otra nueva iniciativa aprobada en la Comisión de Salud y en el pleno, modificando el artículo 61 para hacer el Tamiz Auditivo obligatorio otra vez a todos los recién nacidos. Pero nada más el Tamiz, no habla del acceso al Implante Coclear. Esta iniciativa, se fue a la Cámara de Diputados para su revisión y aprobación en febrero del 2017.
Aunque la redacción no era la adecuada, se intentó que la corrigieran, pero su recomendación fue: “déjenla así, que la aprueben y después ya se le harán las modificaciones pertinentes. Si le mueven aunque sea una coma, se regresa al Senado y ahí muere”.
En diciembre del año pasado, la iniciativa, después de estar meses en el escritorio de algún diputado, de pronto avanzó por todos los pasos del proceso legislativo, y llegó a la última etapa, que era presentarla en el pleno de la Cámara de Diputados para su votación. Por increíble que parezca, fue más de un año de estar insistiendo para que esta segunda iniciativa se aprobara.
Así las cosas, llegamos al final del 2017, con la iniciativa a sólo un paso de la votación, y por instrucción de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) de no aprobar nada que tuviera impacto presupuestal, la congelaron a pesar de que se nos aseguró en la Cámara de Diputados que la llevarían a votación para su aprobación.
A pocos meses de que termine el sexenio de Peña Nieto, la ley para que los
niños y niñas puedan tener una salud auditiva digna, sigue detenida entre el papeleo y la ineficiencia o sea: La Ensordecedora Burocracia[.]