Hoy comienzo mi colaboración teniendo en mente lo que está sucediendo en nuestro país y, en particular, lo que las mujeres experimentan en cuanto a los abusos y la violencia que ponen en riesgo no solamente sus condiciones sociales, laborales y familiares, sino hasta sus vidas. Lo intento hacer desde una visión meramente simbólica y espero tener éxito.
De acuerdo a lo que está científicamente probado, desde el año 30,000 A. C., las energías femeninas y las mujeres dominaron todos los aspectos de la vida humana incluyendo las formas sociales, las formas de trabajo, la cultura, la educación, las leyes, el gobierno y la religión. En aquellos tiempos, los hombres éramos los encargados de hacer todas las tareas pesadas y difíciles mientras que las mujeres eran quienes tomaban decisiones y dirigían las sociedades, en pocas palabras, el mundo estaba manejado por las energías matriarcales pero como todo en la vida, las cosas llevadas al extremo se convierten al instante siguiente en su opuesto.Así sucedió y a partir del año 3 mil A. C., la aparición de la agricultura y la acumulación de riquezas despertó a las energías masculinas que se encontraron prisioneras durante 27,000 años y comenzó a aparecer el patriarcado. Entonces, los papeles se voltearon y más rápidamente de lo que se pudo esperar, las mujeres y las energías femeninas fueron reprimidas durante casi 5,000 años, hasta el grado de satanizarlas y obligar a mujeres y hombres por igual a desterrarlas de sus consciencias y ocultarlas en lo más profundo de sí, pero no por eso dejaron de existir.
Es evidente que el péndulo está de regreso y que desde hace varios años esas energías femeninas que estaban reprimidas en el inconsciente colectivo presionan para que se les considere en el mundo de afuera con la misma fuerza que las energías masculinas. Esto en apariencia es una lucha de géneros cuando en realidad no es otra cosa que la búsqueda del equilibrio y la igualdad que existían cuando todo comenzó.
¿A qué me refiero? Así lo explica Sabiduría al hablar de sí misma:
“Yahveh me creó antes de que se desplegara su primer propósito, antes
que la más antigua de sus obras.
Desde siempre estuve firmemente situada, desde el inicio, antes que la
tierra existiera”. (Versos 22 y 23)
“Estuve a su lado, una maestra artesana, deleitándolo día tras día,
siempre en movimiento en su presencia”. (Verso 30)
Nota: Los versos anteriores corresponden a Proverbios 8.
En aquellos tiempos, lo femenino y lo masculino compartían el poder sin recelo ni reservas pues cada parte valoraba a la otra tanto como a sí misma pero con la aparición y dominio del patriarcado y su esfuerzo por enterrar en el inconsciente lo matriarcal, ha llegado a un punto extremo.
Por eso, lo femenino ha reiniciado sus esfuerzos para salir del corazón de los seres humanos y ocupar un lugar en la consciencia del mundo. Ni siquiera sé de qué presumimos los hombres si las mujeres saben y pueden hacer mucho más que nosotros.
Así las cosas en muchas partes del mundo incluyendo a nuestro país…
“…se desata un conflicto tan profundo e instintivo como Divino por el que
vale la pena luchar…No es tanto una pelea de lo individual contra lo
colectivo o lo que aparentemente lo es, sino contra lo verdaderamente
colectivo y esto último no es otra cosa que Dios” [1].
Tengo que aclarar que posiblemente utilice el término la derecha, ligado a lo masculino y patriarcal a la vez que la izquierda irá ligada a lo femenino y matriarcal.
La izquierda ha sido satanizada al igual que lo femenino y ahora que está tomando cada vez más fuerza, aparece la reacción de lo masculino. La derecha surge con más violencia en el ámbito político y los hombres con mayor violencia contra las mujeres.
Por eso es de suma importancia la manera en que la izquierda se tome en cuenta a sí misma pues si trata de dominar por la fuerza y rechaza lo que desde siempre ha sido…
“Yo, la Sabiduría, habito con la cordura y hallo la ciencia de los consejos…La soberbia y la arrogancia, el mal camino y la boca perversa aborrezco…Conmigo está el consejo y el buen juicio; yo soy la inteligencia; mío es el poder”. (Versos 12, 14 y 16) Proverbios 8.
…poco tiempo pasará para que se convierta en su opuesto y entonces comenzará a decir y hacer lo que por años ha detestado. El gran riesgo que las mujeres y lo femenino están corriendo en la actualidad es que todo vuelva a ser como antes y se les considere una amenaza.
Para terminar con los enfrentamientos hay que considerar que no existen diferencias y que todos somos pueblo. No hay pueblo sabio ni pueblo ignorante pues todos somos parte de lo que se llama México.
Quien quiera controlar todo podrá ser cualquier cosa menos miembro de la izquierda, simplemente y sin darse cuenta se cruzó al otro lado de la acera y se convirtió en lo opuesto[.]