El síndrome de piernas inquietas (RLS, por sus siglas en inglés Restless legs syndrome) o científicamente conocido como Enfermedad de Willis-Ekbon, es un problema del sistema nervioso que provoca la sensación de un impulso irrefrenable a levantarse y pasear o caminar. Quien lo padece se siente incómodo a menos que mueva las piernas y el movimiento detiene la sensación desagradable durante un corto tiempo [1].
De acuerdo con el Dr. William G. Ondo, director de la Clínica de trastornos del movimiento del Houston Methodist Neurological Institute, aseguró que las personas con síndrome de piernas inquietas interrumpen su sueño a menudo, lo que ocasiona que no tengan un descanso adecuado e incluso que tengan que dormir en camas separadas de sus parejas; asimismo, de acuerdo con una encuesta, casi la mitad evita ir al cine y otros eventos en los que se espera que permanezcan quietos durante largos períodos de tiempo.
Es por estos problemas de calidad de vida, que los científicos han puesto especial atención en identificar, diagnosticar y tratar este síndrome, el cual, a diferencia de muchos otros trastornos del sueño, no requiere un estudio en el laboratorio para el diagnóstico y tiene varias opciones de tratamiento, que van desde productos farmacéuticos hasta dispositivos médicos más nuevos, que no requieren la adherencia del paciente como es el caso de la apnea del sueño.
Pese a que, en teoría, el Síndrome de Piernas Inquietas es fácilmente identificable, existe un desafío mayor, el paliar la mala calidad de vida de las personas que viven con éste.
Si bien el diagnóstico ha mejorado, los médicos del sueño pueden tener un mayor impacto en el cambio al educar a los médicos de atención primaria sobre los síntomas del RLS, así como al evaluar a las poblaciones de pacientes sobre si padecen o no este trastorno del movimiento.
De acuerdo con el Grupo de Estudio Internacional sobre el Síndrome de Piernas Inquietas, los síntomas más relevantes y para tener en cuenta son:
- Necesidad de mover las piernas generalmente acompañadas por sensaciones incómodas en las mismas
- Ganas de mover las piernas que comienzan o empeoran durante los períodos de descanso o inactividad y que son aliviadas por el movimiento
- Mayor movimiento de piernas que se incrementa en la tarde o noche
De acuerdo con el Dr. Ondo, “la detección oportuna es indispensable para ayudar al paciente a tener una mejor calidad de vida. Es por ello por lo que la función principal de los médicos del sueño es educar a los médicos de atención primaria con respecto a este síndrome.”
Agregó que “el síndrome de las piernas inquietas a menudo se presenta con insomnio. Por lo general, sólo se necesitan algunas preguntas para diferenciar a esta población con insomnio secundario a RLS. Los pacientes afirman que tienen algo así como calambres musculares, pero el diagnóstico de RLS se basa simplemente en varias preguntas que incluyen: la necesidad de mover las piernas, el alivio transitorio con el movimiento, el empeoramiento del descanso y el empeoramiento por la noche”.
“El Síndrome de Piernas Inquietas es muy común en personas con insuficiencia renal, especialmente en las que se realizan diálisis, y creo que esta población todavía está relativamente mal diagnosticada y tratada. Por lo que es necesario que eduquemos tanto a médicos como pacientes para poder tener un diagnóstico certero y temprano”, finalizó el Dr. Ondo[.]