Verdadera Miseria
Cuando te sientas tan miserable que llegues al grado de tener lastima por ti busca entrar en calma «detente» estas a un paso de perder la dignidad que como seres humanos tenemos que conservar , es posible que sin darte cuenta poco a poco de no hacer nada al respecto pierdas tu voluntad y amor propio.En este punto está débil y tú fe esta quebrantada.
Quisiera decirte que tienes muchos caminos, pero desgraciadamente en mi vida por lo menos he aprendido que no es así.
Solo hay un camino que te va a sacar a flote: Levantarte y mirar hacia adelante, tienes que dar el primer paso aunque arrastres los pies.
Te propongo que visualices que si miras hacia atrás vas a caer al vació y nadie te va a rescatar, necesitas recurrir a tu fortaleza, eres tú contra tus propios demonios, esos demonios que tú has construido y solo tú puedes derribar, la mayoría de ellos producto de tu imaginación por vivir con miedo, consecuencia de situaciones por las que sufriste y nunca ocurrieron o que te provocaste pudiendo haberlo evitado. La verdadera miseria no es la falta de dinero, ni de lujos «es la falta de ti«, es tu ausencia de ganas de vivir, es no darte cuenta de tu valor, es el rechazo hacia ti, es cuando eres tu peor crítico, cuando haces oídos sordos a las personas que te hablan con amor y solo
escuchas y le das crédito a los que te quieren destruir y que insistes en mantener a tu lado de manera inconsciente para confirmarte lo que en este momento sientes y que es una gran mentira: «Que eres menos que cualquiera«.
Detente hoy, respira profundo ponte en la mayor calma posible, si necesitas llorar hazlo, si necesitas gritar no lo evites grita hasta que ya no puedas más.
Recuerda que así inicio todo: Nacemos llorando y gritando, qué más da volver a nacer a una vida mejor de esta misma manera, ¿No lo crees?.
Claudia Cruz.
[C]L[/C]a reflexión con la que inicie este ensayo cuando la publique en mis redes sociales causo muchos comentarios y esto me motivo a escribir un poco más sobre ella, creo que la mayoría de las personas o quizá todas hemos estado en un momento en el que por muchos logros que tengamos nos preguntamos si hemos tomado las mejores decisiones.
Esto me parece que tiene que ver con que como seres humanos estamos en la práctica constante en nuestra vida de tomar decisiones que de acuerdo a nuestras experiencias y lo que aprendemos las dividimos en : aciertos y errores, sin embargo lo que nos ocurre de repente, sobre todo cuando nuestro ego es muy grande y pensamos que ya tenemos dominada cierta situación es que las circunstancias cambian y nos demuestran que las cosas pueden cambiar de un momento a otro, así que es como si estuviéramos experimentando algo nuevo por lo que no nos queda más remedio que improvisar apoyados en las fortalezas internas que hemos generado en nuestro interior, “cosas de la vida”, ¿No crees?.
La mayoría de las personas en algún punto de nuestra vida cuando nuestras
circunstancias son adversas nos sometemos a una introspección, es como si
recibiéramos el resultado de un examen general de conocimientos y obtuviéramos un calificación de reprobado en todas las asignaturas de las que a estas alturas por lo menos “deberíamos” saber lo básico, como si hubiéramos pasado por la escuela de la vida sin estudiar, ni aprender nada , no podemos en ese momento ver en nuestro camino aciertos, solo vemos la calificación de nuestra evaluación y nos duele.
Es inevitable hacernos la pregunta ¿Qué he hecho con mi vida?
Quisiéramos responsabilizar de nuestra desdicha a los demás, pero ya no podemos engañarnos de esa manera, generalmente nos tocamos la cabeza con las dos manos con profunda tristeza bajando la mirada, recorremos nuestros pasos y reconocemos que nos faltó coraje y decisión, por fin nos damos cuenta que repetimos la fórmula que no funciono durante la mayor parte de nuestra vida por miedo, lloramos como niños , nos atormentamos por no reaccionar con la madurez de un adulto en momentos cruciales que hubieran cambiado el rumbo para bien, nos llenamos de culpa e impotencia .
¿Esto sirve de algo? ¿Esta tortura funcionará como un borrador y anulará nuestra historia, cambiándola por otra?
La realidad es que cada decisión ha sido tomada de acuerdo a nuestro nivel de
conciencia pensando que hacemos lo correcto, algunas veces fallando y otras acertando, pero sin duda la suma de nuestros momentos es el resultado de lo que somos y la persona que tenemos frente al espejo es lo único que realmente tenemos ”nuestro ser”.
La pregunta en este punto es ¿Qué voy a hacer conmigo, si soy lo único que tengo? ¿Me rechazo o me rescato?
De nuestra respuesta depende renacer como el ave fénix de nuestras cenizas
empoderándonos con los recursos que hemos generado en nuestra vida y con las fuerzas que nos quedan ó hundirnos en el abismo sabiendo que nadie nos va a salvar porque solo nosotros podemos hacerlo.
Lo que decidas vivir a partir hoy depende de ti y lo más importante como vas a vivir lo que te resta de vida ¿Qué elijes?
Algo que les comparto y me ha enseñado la vida es que para lograr realmente un cambio importante en nosotros debemos conservar la mayor tranquilidad que sea posible, esto de ninguna manera significa que seamos pasivos, muy al contrario significa: ”Quita el acelerador y detente en tu camino”, solo de esta forma podrás ver algo que no has visto y puede ser determinante o crucial, la manera más sencilla de describirlo con ejemplos es ¿Escucharías algo importante y a conciencia en un lugar lleno de ruido con el eco de diferentes voces al mismo tiempo?¿Observarías con detenimiento algo corriendo a gran velocidad?, ¿Sí no te relajas podrás concentrarte mientras un mundo de ideas están en tu mente?.
Hay momentos en nuestro camino que nos damos cuenta que después de tanto insistir en querer tener el control de todo, debemos dejarnos llevar por la vida, porque la verdad es que luchar siempre contra corriente es una labor titánica… así que simplemente hay que ver qué pasa si nos mantenemos por primera vez en calma.
Estoy convencida que esto no va a borrar lo que has logrado, ni tu historia , por el contrario quizás de esa forma descubras una realidad más relajada y te des cuenta que a pesar de todo el miedo que sientes por soltar el timón, tu barco no se va a hundir.
Si tu logras estar en calma, vas a tener más claridad mental, porque la ansiedad y la desesperación nos ciega de tal manera que no vemos la realidad, nos deja sordos a la razón y nos cierra la mente para entender lo que nos ocurre y tomar las mejores decisiones en favor de nuestro bienestar.
El tiempo que inviertas en ti será la mejor ganancia, es muy probablemente que de este forma las personas que amamos no se vayan, las oportunidades las tomemos al vuelo y no sólo las veamos pasar y los momentos maravillosos los disfrutemos plenamente y no despertemos un día dándonos cuenta que la vida se nos esta yendo sin haberla vivido.
Claudia Cruz.