En México, diariamente mueren 20 personas en espera de un trasplante, de acuerdo con datos del Centro Nacional de Trasplantes (CENATRA). Además, cada 10 minutos alguien se suma a la lista de espera en busca de un órgano o tejido.
No obstante, sólo 3 de cada mil personas fallecen en circunstancias que podrían dar lugar a una donación, refirieron egresadas de la Facultad de Medicina de la UNAM, que realizan su servicio social en el CENATRA.[donador-organos]En 2018 se realizaron 7,583 trasplantes en el país, pero hay más de 21,800 en espera. Por ello, y para fomentar la cultura de la donación, Nancy Monterrosa Galindo, Karina Matías Zenón y Berenice Reyes Aguilar visitaron la Facultad de Derecho de la UNAM, donde ofrecieron la charla “Donación de órganos y tejidos humanos. Mitos versus realidad”.
La donación es el acto de dar un órgano, tejido o células de sí mismo a otra persona que lo necesita para vivir o mejorar su salud, dijeron en el auditorio Ignacio Burgoa Orihuela.
Si se desea ser donador se debe expresar esta decisión a la familia para, ante una potencial muerte, respetar la voluntad del fallecido y no dejar a los familiares la toma de una decisión en momentos difíciles por la pérdida humana, dijo Nancy Monterrosa.
Karina Matías comentó que los órganos más comunes de trasplantar son:
- riñón
- hígado
- corazón
- páncreas
- pulmón
En tanto, los tejidos más frecuentes son:
- córneas
- hueso
- piel
- tendones
Tráfico de órganos, un mito
Berenice Reyes desmintió algunos de los mitos más comunes que circulan en México en torno a la donación, los cuales dañan a la cultura que se desea fomentar para lograr esta acción altruista.
Uno de ellos es el tráfico de órganos, y que se pueden trasplantar con éxito en forma clandestina y sin personal calificado. “Es necesario un proceso en hospitales que requieren dos licencias especializadas, altamente equipados«.
Ante un desconocimiento generalizado del programa de donación en el país se dice, por ejemplo, que los trasplantes benefician a las personas ricas y que el registro tiene costo, pero se contempla a todos por igual y el registro es gratuito.
Otro mito es que si la persona no desea donar, de todos modos le quitarán los órganos útiles al morir. Es falso, solamente el donador o su familia puede autorizar este proceso, afirmaron.
También se dice que se puede trasplantar un órgano infectado con SIDA, cuando antes de seleccionar y trasplantar se realizan rigurosas pruebas sanitarias, aclararon.
Otro error es creer que tras una donación cadavérica se entrega el cuerpo destrozado del donante y después de mucho tiempo. “Se procura entregarlo en un plazo no mayor a 12 horas y se lleva a cabo un proceso llamado ‘dignificación’ para respetarlo lo más posible”[.]