La ajetreada vida actual, el uso y abuso de la tecnología y el estrés en el que vivimos, son algunas de las causas que hoy en día, están provocando que las personas duerman menos horas y con menos calidad lo que puede provocar enfermedades cerebrales en el largo plazo.
Dormir es una de las actividades más importantes que debemos realizar y en estos tiempos es lo que menos hacemos. Se considera que una persona adulta debe dormir al menos 8 horas diarias, en tanto que en los niños varía alrededor de 9 horas o más.
De acuerdo con el Dr. Gustavo Román, profesor de Neurología del Hospital Houston Methodist y de la Universidad de Cornell en Nueva York, “en los últimos tres o cuatro años hemos aprendido que el cerebro tiene una función de limpieza que elimina, durante el sueño, todos los desechos metabólicos que resultan de las actividades del día, es decir que si una persona no duerme lo suficiente o si la calidad del sueño no es adecuada el cerebro se va a encontrar en medio de una serie de desechos metabólicos que le impiden funcionar muy bien.”Explica que “entre esos desechos metabólicos se encuentran proteínas como el Beta amiloide y la proteína Tau que se depositan en el cerebro de los pacientes que desarrollan enfermedad de Alzheimer, de manera que si uno no duerme bien, aumentan las posibilidades de que la enfermedad de Alzheimer se manifieste especialmente a medida que va depositándose más y más de estas proteínas anormales.”
Más aún, el Dr. Román precisa que la “limpieza cerebral” se lleva a cabo durante la fase del sueño profundo, llamada fase REM o de movimientos oculares rápidos, la cual es la fase del sueño que sucede mientras estamos soñando y los ojos se mueven, es como si miráramos una película que está transcurriendo durante el sueño; durante esta parte del sueño es cuando se organizan las memorias es decir, durante el sueño REM se ponen las memorias en los diferentes compartimentos, de tal forma que cuando la persona busca información sabe en dónde está, pero de otra manera la falta de sueño no permite que se clasifiquen y se archiven las memorias con lo cual la gente no se acuerda o le toma un largo tiempo encontrarlas y seleccionar cuál es la que necesita.”
De acuerdo con el experto, además del Alzheimer las personas que no duermen las horas adecuadas pueden desarrollar otro tipo de enfermedades como demencia vascular.
Detalla que “uno de los problemas más comunes que vemos es la demencia de tipo vascular, en donde los pacientes han desarrollado pequeños pero múltiples infartos cerebrales los cuales se producen cuando no se alcanzan a suplir las necesidades metabólicas de sangre y de oxígeno que se necesitan y esto termina produciendo una desconexión de las vías que necesarias para que el cerebro funcione normalmente.”
Agrega que, “la causa más común es un problema que se llama apnea obstructiva del sueño, la cual ocurre cuando una persona deja de respirar durante la fase profunda del sueño. Generalmente estos pacientes tienen una historia de que roncan toda la noche y lo más grave es cuando entran en una fase de silencio total porque dejan de respirar y esto puede ser por un lapso de 20, 30 o 60 segundos, lo que provoca que la concentración de oxígeno en la sangre baje y el cerebro pide respirar, pero la vía aérea está cerrada.”
Este problema se exacerba cuando las personas padecen diabetes o presión arterial elevada ya que “cuando hay obstrucción del sueño se produce una reacción de estrés que provoca un aumento en la concentración de azúcar en la sangre, además de elevación de la presión arterial, provocando un descontrol. Lo triste de esto es que es algo que se puede tratar o controlar a través de aparatos que ayudan a la oxigenación mientras duermen o bien con el uso de retenedores dentales que evitan que se abra la boca al dormir.”
Por lo tanto, es muy importante que cuidemos las horas de sueño, así como la calidad de éste en prevención de cualquier enfermedad.
Recomendaciones para un buen descanso
- Establecer horarios de sueño;
- Usar de forma adecuada los dispositivos electrónicos;
- Evitar ir a la cama utilizando dispositivos electrónicos, así como con la televisión prendida;
- Realizar siestas después de la comida más fuerte del día;
- Cenar ligero, y
- Tener una habitación confortable, con buena temperatura y sin iluminación.