Las celebraciones y reuniones decembrinas, que para la mayoría son referente de alegría y emoción, para quienes viven con infertilidad, suponen un fuerte motivo de incertidumbre y estrés, ya que durante estas festividades existen situaciones donde surgen preguntas como: ¿Para cuándo el bebé? ¿No quieres tener familia? ¿Qué esperan para “encargar”? y que podrían resultar no sólo incómodas, si no, también afectar emocionalmente.
La infertilidad es una enfermedad que se presenta cada vez con mayor incidencia; si bien, actualmente, cada vez más parejas deciden retrasar un embarazo por cuestiones de estilo de vida, economía o falta de tiempo; es un hecho que este problema crece año con año en nuestro país, pues según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), entre 4 y 5 millones de parejas viven con esta condición.
Se estima que, a escala mundial, aproximadamente 40 millones de personas viven con problemas de infertilidad en algún momento de su vida y a pesar de que ésta representa una enfermedad que afecta a 11.8% de las mujeres en edad reproductiva (entre los 25 y 35 años), pocas veces se hace mención del importante impacto que tiene en la salud emocional de quienes la experimentan.
Una vez que una pareja decide buscar un embarazo suele ser con mucha ilusión, pero con el paso de los meses de intentarlo y no lograrlo, comienzan a experimentar sentimientos de duda y temor, incluso, de culpabilidad. Si la pareja no consigue embarazarse después de 12 meses de tener relaciones sexuales sin protección, es fundamental buscar la ayuda de un especialista en Biología de la reproducción y de un experto en psicología en temas de infertilidad para aminorar el desgaste físico y emocional.
“La mayoría de las parejas infértiles, consideran a este problema y su tratamiento como una de las experiencias más estresantes y dolorosas de su vida, aunado a que se estima que el 60% de las mujeres que se atienden por problemas de infertilidad, presentan también trastornos de ansiedad y en algunos casos, de depresión”, señaló en conferencia de prensa la Doctora María del Pilar Meza Rodríguez, Psicóloga Especialista en Investigación Clínica, adscrita al Centro de Fertilidad IECH Ciudad de México.
La especialista detalló con algunas apreciaciones sobre cómo hacer frente a las preguntas incómodas sobre por qué aún no se tiene un bebé:
- La aceptación del problema es el primer paso para entender que se necesita ayuda para buscarla.
- Tener el control sobre las emociones y entender que la motivación de los otros para preguntar o pedir explicaciones, es una cuestión personal y no implica la obligación de dar respuestas.
- Debemos siempre reforzar los recursos de personalidad e identificar las áreas de oportunidad que tenemos para hacer frente a nuestros problemas.
En este sentido, un estado permanente de estrés, poco ayuda para lograr un embarazo exitoso, ya que afecta al sistema endocrino y las hormonas que participan en el proceso de reproducción, disminuyendo la cantidad de estrógenos y produciendo con ello, una menor probabilidad de ovulación.
Ante este contexto, las fechas decembrinas se convierten en el momento ideal para iniciar un proceso de reproducción asistida, pues para muchas parejas esta época se asocia con el inicio de nuevos ciclos vitales, con renovación y el deseo por cumplir nuevas metas.
“Mucha gente se pregunta si estas fechas son las más adecuadas para iniciar un tratamiento de reproducción asistida, la respuesta es, por supuesto” afirmó el Dr. Jorge Luis Santibáñez Flores, Especialista en Reproducción Asistida del Centro de Fertilidad IECH Ciudad de México, quien además aseguró que “los tratamientos de fertilidad deben incluir programas de intervención psicológica e incluir técnicas cognitivo-conductuales para el tratamiento de la ansiedad y la depresión, así como estrategias para que las parejas puedan manejar los diferentes estadíos del proceso, desde el diagnóstico de la enfermedad, hasta la fertilización y la llegada del bebé.”
De acuerdo con los especialistas, la temporada decembrina, ayuda a que las pacientes renueven las ganas que tienen de formar una familia y se contagien de emociones positivas que les permitan iniciar un proceso de reproducción asistida.
Al respecto, la Dra. Miriam Eugenia Guillén Reveles, Ginecóloga Obstetra y también Especialista en Reproducción Asistida del Centro de Fertilidad IECH en Ciudad de México, destacó que muchas personas creen en la magia de la temporada y recurren a tradiciones y creencias que amplían su esperanza por concebir, llevándolos, incluso, a llevar a cabo rituales de fin de año con la idea de alcazar su sueño de tener un bebé; sin embargo, mencionó que “es de suma importancia no dejar de lado que la infertilidad es una enfermedad que requiere de una solución tratada por un médico especialista que, a través de procedimientos de fecundación asistida, ofrezcan una herramienta de esperanza cuando se busca un gran regalo de fin de año, pues todas las innovaciones tecnológicas con las que se cuenta en la actualidad como: Inseminación Asistida, Fetilización In Vitro y Criopreservación de óvulos, entre otros, permiten a las parejas lograr un embarazo saludable en el momento que así lo decidan”, explicó.
Finalmente, los especialistas acordaron que las fiestas de fin de año, son el mejor pretexto para generar empatía, variable que influye positivamente en la comunicación de una pareja, mejorándola y permitiéndole comenzar la mejor etapa, aquella en la cual puedan formar una familia.