Integrantes de la Comisión de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Rural del Senado de la República se pronunciaron porque en la legislación relativa al Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá se cuide la riqueza biogenética mexicana y que las farmacéuticas trasnacionales no desplacen a sectores que desarrollan medicamentos genéricos o productos herbolarios.
En una reunión a distancia, el presidente de este órgano legislativo, José Narro Céspedes, consideró indispensable evitar que en la Ley de Propiedad Industrial se permita a los grandes laboratorios adueñarse de recursos o elementos de nuestra biodiversidad, así como de conocimientos tradicionales para patentarlos, hacerlos suyos y cobrárnoslos después.
México, destacó el senador, es el quinto país en el mundo con una gran biodiversidad y “todas las leyes que tienen que ver con el comercio y la economía trilateral tienen que ver también con nuestra riqueza biogenética, que consideramos nuestra propiedad”.
En el encuentro, la senadora Beatriz Paredes Rangel expresó: “me parece que es fundamental que no haya un desplazamiento de las empresas farmacéuticas mexicanas, particularmente de las relacionadas con los genéricos y con la herbolaria”.
Si en la Ley, dijo la senadora sólo tienen peso las grandes transnacionales, se pone en riesgo el costo accesible de los medicamentos genéricos y la consolidación de la herbolaria.
“Hay que cuidar el equilibrio, particularmente en el área farmacéutica” y la industria de los cosméticos, que utilizan recursos naturales y en donde existe la posibilidad de que muchas organizaciones campesinas tengan sus pequeñas cooperativas y empresas, insistió.
José Narro Céspedes, también informó que en la Cámara de Diputados no hay consenso para dictaminar el proyecto sobre la Ley Federal de Variedades Vegetales, por lo que “pensamos que no va a salir” en la colegisladora y en el Senado ya no está en la agenda.
Dio a conocer que el debate sobre este proyecto se centra en los transgénicos y la propiedad de las semillas, donde se le da “un peso fundamental” a quién descubre la base de la semilla, pero ésta es patrimonio de los mexicanos.
Jesusa Rodríguez Ramírez, comentó que se trabaje nada más lo que realmente es necesario para el tratado y por el momento “no avancemos en algo que no hay necesidad de hacerlo y que tiene muchas cuestiones que se deben revisar a fondo”[.]
