En la vida siempre pensamos en hacer más , es parte de la herencia de nuestra cultura occidental, basada en objetivos, resultados y productividad, pero pagamos una factura muy alta porque tiene un efecto directo en nuestra salud, en nuestras relaciones.
Así lo comenta Ana Paula Domínguez, presidenta y fundadora del Instituto Mexicano de Yoga quien nos invita a aprender de la sabiduría ancestral de oriente, de Lao Tse, quien nos enseña a:
- Ir más despacio, encontrando así nuestro lugar en el flujo de lo que es y cómo es.
- Cultivar prácticas de auto conocimiento para encontrar lo que funciona para nosotros y no compararnos con los otros.
- Reconocer que aunque el mundo se mueve muy rápido, al ir más lentos y bajarle al ritmo, podemos llegar más lejos.
- Permitir que las cosas fluyan naturalmente y no forzarlas.
- Equilibrar la energía expansiva del yang con la energía del no hacer del ying y buscar habitar en el camino de en medio.
- Elegir la ruta de la menor resistencia, viviendo las cosas como son sin tratar de controlarlas.
- Recordar que, si hacemos demasiadas actividades y proyectos, estamos propensos a colapsar energética y físicamente.
- Saber que, si buscamos la aprobación del otro, viviremos siendo sus prisioneros.
- Conocernos a nosotros mismos, porque ahí radica la verdadera sabiduría.
- Si nos damos cuenta de que tenemos suficiente, entonces somos realmente ricos.
- Cuando no hay deseo, todo está en paz.
Finalmente Ana Paula Domínguez nos exhorta a recodar estos principios y aprender a hacer una pausa y encontrar nuestro propio ritmo.