Por Giovanna López Pérez, psicoterapeuta Gestalt e integrante de Vínculo Colectivo. ¿Cuántas veces te has sentido avergonzada por tu físico? ¿Cuántas veces has sentido que eres fea?
Todos los cuerpos son diferentes y eso no tiene nada de malo, lo malo es creer que ciertos cuerpos son mejores que otros o más bonitos que otros.
Estas ideas vienen de todos los estereotipos de belleza que nos ha vendido la sociedad y, sobre todo, el machismo con el que vivimos.
Creemos que nuestro cuerpo es hermoso en la medida que los hombres lo aceptan o lo validan y, la realidad es que no existimos para que ellos nos validen, y mucho menos, para que consuman nuestro cuerpo, no somos objetos ni mercancía.
Los cuerpos que venden las revistas de modas, los comerciales y los gimnasios no son cuerpos reales, requieren mucho trabajo y disciplina y, en ocasiones, hasta cirugías porque simplemente no se pueden lograr de forma natural.
Los cuerpos reales son diversos, tienen lonjas, tienen estrías, tienen celulitis y tienen vello.
Entonces ¿para gustarle a alguien tenemos que dejar de ser mujeres reales? ¿tenemos que ser estéticamente bonitas?
La belleza es algo subjetivo y que no te guste algo, no quiere decir que esté feo, solo no te gusta a ti y punto; eso tampoco quiere decir que no le guste a los demás o que no le vaya a gustar a nadie.
Debemos empezar a cuestionar nuestro concepto de “belleza” porque es algo que nos ha vendido la sociedad y que ha ido cambiando con el paso del tiempo. El cuerpo en el que vives es el que tienes, claro que puedes cambiarlo y trabajarlo, pero primero tienes que aceptarlo como es, en lugar de ocultarlo, odiarlo, tratarlo mal y desear otro diferente.
Ámalo, cuídalo, nútrelo, dile cosas bonitas y acéptalo porque hace muchas cosas por ti. No caigamos en estereotipos ni nos encasillemos en lo que la sociedad quiere o espera, seamos nosotras mismas, estoy segura que alguien allá afuera se sentirá atraído por tu belleza y, más que por la física, por tu belleza interior, por tu personalidad, por tu forma de pensar, por ser tu misma.
¿Cómo podemos esperar que alguien más nos acepte y nos ame como somos si nosotras mismas no lo hacemos?
Dejemos de vernos como nuestras peores enemigas y empecemos a ser nuestras aliadas, nuestras amigas y nuestras zonas seguras. Basta ya de competir con otras mujeres por el físico, cada una es hermosa a su manera.
Basta ya de vernos al espejo y sentirnos mal con nuestra imagen pensando que estaríamos mejor con kilos menos o kilos más, con el pelo de otro color, con las boobies operadas, con la nariz de tal o cual forma, basta ya de odiarnos y de querer ser personas que no somos.
La imagen que ves en el espejo es lo que eres, acéptala, ámala y respétala, si hay algo que puedas mejorar, hazlo, pero no desde el reproche o el rechazo, si no desde la aceptación y el cambio.
Vístete para ti, siéntete hermosa, porque en verdad que lo eres, sal al mundo con seguridad y si a alguien no le gustas, esta bien, no pasa nada, no se acaba el mundo, hay muchas más personas allá afuera, pero sobre todo y, a pesar de todos, lo más importante es que te gustes a ti misma y que a la única persona que quieras conquistar y complacer seas tú, los demás llegan con el tiempo, te lo prometo.
Quien te ama de verdad te acepta tal y como eres y le gustas sin necesidad de ser alguien más o diferente porque si fuera así se enamoraría de alguien más.
No permitas que alguien te diga que no eres bonita o que se burle de ti, no les des ese poder ni esa importancia; por desgracia hablan desde su ignorancia y desde su posición, pero no quiere decir que sea verdad.
Que nadie te haga sentir mal con tu cuerpo, con tu aspecto, con tu peso o tu talla, esos son solo números y tú eres mucho más que solo números.
Antes de empezar una dieta, hacerte una cirugía o meterte al gimnasio piensa si en verdad es porque tú quieres hacerlo por ti y para ti o por cumplir con las expectativas de alguien más, si la respuesta es la segunda opción detente y no lo hagas porque por más que busques complacer a alguien, no lo vas a lograr y sólo vas a sentir que fracasaste. Queda bien contigo misma elígete a ti por encima de todos y no busques llenar expectativas ajenas.
Al final todas somos dueñas de nuestro cuerpo y podemos hacer con el lo que queramos para sentirnos bien y cómodas, lo importante es cuestionarnos desde donde lo hacemos y cual es la finalidad, si te quieres depilar, si quieres bajar de peso, si te quieres pintar el cabello o hacer lo que quieras, hazlo pero que sea porque a ti te gusta y lo quieres, no para agradarle a los demás o para que los demás te aprueben.