Durante la época de frío, la piel se vuelve mucho más sensible debido a las bajas temperaturas y a la falta de humedad en el ambiente, lo que provoca que este órgano pierda rápidamente el agua que, de manera natural, almacena para protegerse.
Como consecuencia, la piel se torna más seca y agrietada de lo normal, además de que presenta síntomas como picazón, ardor, dolor, enrojecimiento o ronchas.
“La piel es el órgano más grande de nuestro cuerpo y el 70% de éste es agua, la cual actúa como una barrera de protección frente al ambiente. El frío, la escasa humedad en el entorno, el calor seco (que a veces usamos en la calefacción), así como algunos cambios bruscos de temperatura, vuelven a la piel más vulnerable”, señala la doctora Jatziri Chávez, directora del Centro Dermatológico de Alta Especialidad (CEDAE).
“La contaminación ambiental no solo deja impurezas en la piel, sino que también la puede irritar y producir algunos tipos de dermatitis o inflamación de la piel”, dice la dermatóloga clínica y cosmética.
Para evitar estas reacciones, la especialista aconseja seguir una serie de medidas para mantener la piel más fuerte y sana durante los meses de frío.
En primer lugar, recomienda no tomar más de un baño al día y que éste no dure más de 15 minutos: “Lo ideal es bañarnos con agua tibia, ya que el agua caliente puede deshidratar más nuestra piel y volverla mucho más seca”.
Otra sugerencia es utilizar jabones suaves (de preferencia, sustitutos de jabón), o bien, jabones en aceite, los cuales ayudan a mantener la piel mucho más lubricada.
Inmediatamente después del baño, la dermatóloga Jatziri Sánchez aconseja untarse crema en todo el cuerpo, para aprovechar el vapor sobre la piel y que ésta tenga una mayor penetración.
“Durante esta temporada de frío, es importante tener en casa cremas que contengan vitamina E, pantenol, ceramidas, glicerol o propilenglicol, ya que estos ingredientes contribuyen a que nuestra piel se mantenga hidratada durante periodos más largos. Asimismo, usar una crema con vitamina C ayuda a que las venitas superficiales se vean menos y que la piel luzca menos roja”, advierte la directora del Centro Dermatológico de Alta Especialidad (CEDAE).
Contrario a lo que se piensa, la protección solar es vital también durante el invierno. La Academia Estadounidense de Dermatología (AAD, por sus siglas en inglés) advierte que, incluso en los días nublados, la radiación ultravioleta penetra hacia el suelo y se refleja en superficies como pisos, ventanas, parabrisas e, incluso, en la nieve.
“La radiación es especialmente agresiva en pieles secas, por lo tanto es importante recordar que el protector solar debe aplicarse, aun en invierno, cada cuatro horas y de preferencia que éste tenga una base en hidrogel, para que hidrate y no aporte grasa extra a la piel”, aconseja Jatziri Chávez.
Otras zonas del cuerpo, como los labios y las manos, tampoco deben desatenderse.
“Hay que utilizar protectores labiales para mantener hidratada esta zona todo el tiempo, ya que es una de las más sensibles del rostro. En las manos también sentimos mucha resequedad, sobre todo por el uso de geles limpiadores, por lo que, si la temperatura es muy fría, hay que utilizar guantes suaves, de preferencia de algodón”, sugiere la especialista.
Por último, Jatziri Chávez recomienda utilizar durante el invierno ropa de algodón, pues el roce de la piel con fibras sintéticas pueden resecarla e irritarla aún más.
Incluso, mujeres y hombres pueden llevar debajo una playera de algodón para protegerse mucho más del frío, así como de cualquier incomodidad.