La resolución A67/18 de la Organización Mundial de la Salud (OMS) acerca de la psoriasis, alienta a los Estados miembros a llamar la atención sobre la enfermedad y abogar contra el estigma experimentado por muchas personas que la padecen.
En el documento se solicita a la Secretaría de la OMS llamar la atención sobre el impacto en la salud pública de la psoriasis y publicar un informe mundial sobre la enfermedad, haciendo hincapié en la necesidad de una mayor investigación. También se le solicitó identificar estrategias exitosas para la integración de la gestión de la psoriasis en los servicios existentes para las enfermedades no transmisibles a finales de 2015.
El objetivo del informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) es sentar la base para un debate sobre la psoriasis, aportando información sobre su prevalencia, etiología, evolución natural, calidad de vida relacionada con la salud, diagnóstico, tratamiento, necesidades en materia de investigación y repercusiones en los servicios de salud, y respecto a las acciones que se pueden emprender en los países para reforzar la atención de los pacientes con psoriasis.
La psoriasis es una enfermedad inflamatoria crónica que se caracteriza por lesiones rojas y escamosas, de la piel. Las personas con psoriasis tienen un riesgo relativamente más altos de enfermedad cardíaca, accidente cerebrovascular, la hipertensión y la diabetes. Los estudios han documentado tasas más altas de depresión y ansiedad en comparación con la población general.
La OMS expone en el informe “Psoriasis A67/18” que la prevalencia mundial de la psoriasis es de aproximadamente un 2%, pero los estudios realizados en los países desarrollados han registrado tasas de prevalencia más altas, de aproximadamente 4.6% por término medio. Unos dos tercios de los pacientes con psoriasis tienen una forma leve de la enfermedad, con menos del 3% de la superficie cutánea afectada, pero otros tienen una afectación cutánea más extensa.
No se conoce plenamente la causa de la psoriasis. En la patogénesis de la enfermedad parecen participar una formación anormal de la queratina, la proliferación epidérmica, la activación del sistema inmunitario y factores hereditarios. La psoriasis es más frecuente en algunas familias. El riesgo de que un niño padezca psoriasis es del 41% si ambos progenitores están afectados por la enfermedad, del 14% si solo está afectado uno de ellos, y del 6% si está afectado un hermano.
Efectos en la calidad de vida relacionada con la salud
La psoriasis puede afectar la calidad de vida relacionada con la salud en la misma medida que otras enfermedades no transmisibles. Dependiendo de la gravedad y localización de las lesiones cutáneas, los pacientes pueden sufrir importantes molestias físicas y discapacidad. El prurito y el dolor pueden interferir con funciones básicas, como los cuidados personales o el sueño. Las lesiones cutáneas en las manos pueden impedir determinados trabajos, las actividades deportivas o el cuidado de los familiares en el hogar.
Las personas afectadas pueden sentirse cohibidas por su aspecto y tener escasa autoestima por temor al rechazo público y por preocupaciones de carácter psicosexual. Se sabe que sufren psicológicamente, sobre todo por la estigmatización, que puede causar discriminación en el empleo y aislamiento social. Muchos estudios han documentado mayores tasas de depresión y ansiedad en las personas con psoriasis, que en la población general. Los estudios epidemiológicos indican que los niños con psoriasis pueden tener mayor riesgo de padecer trastornos psiquiátricos que los niños sin psoriasis.
Entre las medidas clave mencionadas en la resolución para mejorar la atención de los pacientes con psoriasis se encuentran:
- Lograr el compromiso de los planificadores de políticas y un apoyo adecuado en materia de gestión;
- Mejorar el acceso a los servicios y medicamentos esenciales para tratar la psoriasis;
- Proporcionar formación teórica y práctica a los profesionales sanitarios, especialmente en el ámbito de la atención primaria;
- Crear una red básica de dermatólogos y otros especialistas pertinentes que se pueda ampliar en función de la demanda;
- Organizar programas de educación sanitaria, asesoramiento y cuidados personales para los pacientes con psoriasis;
- Establecer mecanismos eficaces que fomenten la creación de organizaciones que presten apoyo a los pacientes con psoriasis y a sus familias.
Es necesario seguir investigando la patogénesis de la psoriasis, nuevos tratamientos, las causas de la comorbilidad y sus repercusiones en la conducta clínica ante la psoriasis y su tratamiento.
Referencias
- Psoriasis A67/18 http://apps.who.int/gb/ebwha/pdf_files/WHA67/A67_18-sp.pdf