Técnica de preservación
Los tratamientos con células madre abarcan cada vez más áreas y especialidades, abriendo un abanico de posibilidades para diversos padecimientos.
Los científicos y especialistas aseguran que los tratamientos con células madre son los pilares de la medicina del mañana, ya que permiten reemplazar las células enfermas y disfuncionales por células saludables y funcionales.
La terapia regenerativa con células madre se ha convertido en uno de los avances más importantes de la medicina tal como lo fueron la aparición de los antibióticos, las vacunas, las transfusiones sanguíneas y el control natal, los cuales en su inicio causaron confusión y duda respecto a su eficacia, y hoy en día son esenciales en nuestras vidas. La constante investigación con células madre dentales es uno de los proyectos más importantes para la medicina regenerativa en México. Prueba de ello es que la utilización de células madre dentales se posicionó dentro de los 5 grandes avances de la medicina en el año 2010.
Las células madre dentales, de origen mesenquimal, son el comodín para regenerar órganos completos debido a su particular rapidez para multiplicarse y por ende para utilizarse. Además no existe riesgo al rechazo por parte del paciente, ya que el organismo reconoce que las células madre son propias y las acepta sin problema.
Las células mesenquimales de los dientes tienen la potencialidad de convertisre en los siguientes tejidos del cuerpo: Osteoblastos (huesos), Miositos (músculo), Cardiomiosito (corazón), Adipositos (grasa corporal), Condroblastos (cartílago), Células Beta (páncreas) y Células Nerviosas (cerebro).
La técnica de preservación, cultivo y utilización de las células madre dentales está en constante investigación en todo el mudno y la crío-preservación de las mismas ofrece a los padres de familia un seguro biológico para toda la vida.
Hoy en día sabemos que existe una fuente abundante de células madre en los dientes de leche y las muelas del juicio, las cuales pueden ser preservadas para un futuro uso. Los dientes de leche aparecen generalmente a los seis meses de edad y se caen entre los seis y doce años.
Siempre será recomendable preservar las células extraídas de los dientes de leche debido a que éstas, al estar más libres de contaminantes, pueden ofrecer un mayor número de células en buen estado, sin embargo para los adultos la alternativa son las muelas del juicio, donde se encuentran células madre susceptibles de participar en la reconstrucción de diversos órganos humanos dañados por una enfermedad o accidente.
