Vaya que si se ha generado debate en torno a ellos, que si hacen daño a la salud, que las empresas de alimentos y los gobiernos muestran su falta de ética y se alían en beneficio de ambos y en perjuicio de nuestra salud.
Platicamos con la doctora Maricarmen Arias, nutrióloga de los Hospitales Médica Sur y Ángeles del Pedregal sobre el tema y nos dice “Los transgénicos son aquellos alimentos que a través de la ingeniería genética se han modificado de tal manera que se mejora su cultivo. Se realiza una selección de los mejores granos que serán modificados para que hacerlos más resistentes al ataque de microorganismo. En parte lo que se busca es que el cultivo vaya mejorando, sin alterar sus propiedades nutricionales”.
La polémica se ha formado porque cuando se realizan estas modificaciones, donde la mano del hombre altera cierta secuencia del ADN de un producto es casi normal que se generen dudas respecto a la ética con que se actúa. “Es verdad que hay poca información respecto a la regulación sobre el tema, de ahí que pueda existir el temor de la población, concuerdo con muchos en que falta información de parte del gobierno respecto al tema”, afirma la doctora Arias.
Hasta ahí todos estaríamos de acuerdo en que si el único resultado de la alteración genética de los alimentos la mejora de todas sus propiedades no hay argumento en contra, pero como nos menciona la especialista, no sería aceptable que por lograr una producción masiva, de alimentos más resistentes en todo el proceso, desde la siembra hasta que llega a la mesa de cada uno de nosotros, se alteren sus propiedades nutricionales o resultan ser dañinos para la salud.
Información generada por el Centro de Investigaciones Económicas y Políticas de Acción Comunitaria (CIEPAC) establece que los cultivos transgénicos más producidos en el mundo son la soya, maíz, canola, papa, tomate y algodón. Sólo en 1998 se cultivaron en todo el mundo 28 millones de hectáreas de alimentos transgénicos de los cuales el 52% fueron de soya y el 30% de maíz. En el año 2000 pasó a 43 millones de hectáreas que fueron sembradas en su mayoría en Estados Unidos, Canadá y Argentina (China 1%). 1
Por su parte, la Universidad Nacional Autónoma de México en un artículo llamado Transgénicos: efectos en la Salud, el Ambiente y la Sociedad. Una Reflexión Bioética, hace referencia a algunos estudios donde se concluye que si hay un efecto negativo en la salud y en el ecosistema donde se producen. Pero además nos dice que estas nuevas tecnologías no sólo tienen implicaciones en la salud, sino en las estructuras socioeconómicas, legales, de comercio regional y mundial, por lo que es necesario un análisis cuidadoso de estas tecnologías novedosas. 2
La nutrióloga Arias nos dice que tomemos las cosas con calma, por un lado, sí debemos exigir a las autoridades que el alimento que consumimos sea recomendable, que desarrollen políticas claras que garanticen la seguridad alimentaria. Y por otro lado, nos comenta que estos productos que lucen como de fotografía tal vez sí estén manipulados y pueden ser un transgénico, en cambio si vemos que alguna fruta o verdura es atacada por algún microorganismo, probablemente es un alimento más natural.
En cuanto a los procesados, nos recomienda tratar de consumir los alimentos en su estado natural lo más que se pueda.
1. Los Transgénicos en México: Empresas, Marcas y Productos , Gustavo Castro & Ryan Zinn – 11-abril-2001 – num.239, CIEPAC/Global Exchange, San Cristóbal de las Casas.
2. Transgénicos: efectos en la Salud, el Ambiente y la Sociedad. Una Reflexión Bioética, Úrsula Oswald Spring. 1 enero del 2001 Vol.1 No.3.