Se presenta usualmente en jóvenes, después de los diez años y hasta los 30, edad en la cual sufre una detención del progreso.
Uno de los exámenes más frecuentes para confirmar el diagnóstico de el queratocono es el Pentacam, un examen de topografía de la córnea, donde a través de una cámara rotatoria se puede tener información acerca de la curvatura, el espesor y las elevaciones de la córnea, informando además los índices de riesgo del queratocono.
Igualmente la paquimetría y la aberrometría son análisis útiles para diagnosticar esta enfermedad.
Básicamente los pacientes que tienen factores de herencia de la enfermedad tienen mayor predisposición, por lo que deben examinarse anualmente porque pueden presentar la misma patología. Igualmente pacientes que han sufrido de alergias oculares, como conjuntivitis alérgica o que tienen tendencia al rascado frecuente de los ojos, también están más predispuestos.
El tratamiento depende del diagnóstico del paciente, pues al detectarla temprano se puede tratar simplemente con una corrección de anteojos.
Cuando avanza la enfermedad se deben utilizar lentes de contacto. Si con esto no se llega a una buena agudeza visual o no hay una buena tolerancia a los anteojos y lentos de contacto, se debe optar por alguna opción quirúrgica, como las que se describen a continuación:Crosslinking. Procedimiento indicado en queratoconos tempranos y en pacientes jóvenes. El procedimiento inicia retirando el epitelio, la capa más superficial de la córnea y aplicando allí gotas de vitamina B2 o Riboflavina, para posteriormente irradiar con luz ultravioleta, causando un aumento de la rigidez del estroma de la córnea, es decir del colágeno, lo que le da más estabilidad y evita el progreso de la enfermedad.
Es un procedimiento sencillo, no invasivo y se realiza en quirófano de manera ambulatoria.
Crosslinking Acelerado. Este método es más avanzado, pues utiliza mayor energía de luz ultravioleta, lo que reduce el tiempo de una hora (en el tratamiento convencional) a 10 minutos, de los cuales 6 ó 7 son de impregnación de vitamina B2 o Riboflavina y 3 minutos de exposición a la luz ultravioleta, por lo que las molestias para el pacientes son mucho menores.
Implante de Segmentos Intraestromales o Anillos. Este procedimiento busca aplanar la deformidad de la córnea, mejorar la topografía y la visión del paciente.
Consiste en implantar en la periferia del estroma de la córnea uno o dos segmentos semicirculares de cinco a siete milímetros de espesor, de material plástico del mismo material de los lentes de contacto.
Trasplante de córnea (Queratoplastia). Según sea el diagnóstico, cuando no es posible mejorar la visión a través de los anteriores tratamientos, es necesario realizar una queratoplastia, o lo que es lo mismo un trasplante de córnea. Este tratamiento consiste en cambiar la córnea enferma por un tejido donante de un paciente sano a través de dos técnicas:
Trasplante lamelar profundo. Con éste se cambian las capas anteriores conservando el endotelio, para evitar el rechazo inmunológico.
Trasplante penetrante. Se cambia la totalidad del espesor de la córnea. De todos los trasplantes humanos, el de córnea es el que mejor se adapta, y de éstos, el tratamiento para el queratocono tiene un porcentaje de éxito cercano al 90%.
Se recomienda para los cuidados postoperatorios:
Tomar la medicación recomendada por el tiempo estimado por el oftalmólogo tratante.
Protegerse de golpes directos en el ojo.
Evitar desde la cirugía en adelante, todo tipo de deportes de contacto como boxeo, artes marciales, futbol y baloncesto, entre otros.
*Artículo escrito por Dr Emilio Mëndez, oftalmólogo supraespecialista en Córnea y jefe de la especialidad en la Fundación Ofatlmólogica Nacional con sede en Bogotá, Colombia.