Con medicamentos conocidos como “tratamientos modificadores de la enfermedad”, padecimientos tan graves e incurables como la esclerosis múltiple, han cambiado el perfil del paciente al brindarle una mejor calidad de vida y menos brotes de crisis que lo pueden incapacitar o llevar a la muerte.
La esclerosis múltiple (EM) es una enfermedad inmunológica y degenerativa del sistema nervioso central, caracterizada por lesiones inflamatorias y desmielinizantes.
La mielina es una sustancia grasa que rodea y aísla los nervios, actúa como la cobertura de un cable eléctrico que permite que los nervios transmitan sus impulsos, pero con la EM la mielina va desapareciendo de ciertas áreas del cerebro, principalmente la relativa al aprendizaje o cognitiva.
“En los últimos 10 años hemos tenido un tratamiento que modifica la historia natural de la enfermedad, con el advenimiento de los interferones y luego el acetato de glatiramer” y aunque el costo del tratamiento es muy alto (ambos unos $20,000 mensuales), “evitamos las hospitalizaciones frecuentes, un ahorro importante para las instituciones”, indica la Dra. Lilia Núñez Orozco, jefa de Neurología del Centro Médico Nacional 20 de Noviembre del ISSSTE.
Aunque estos tratamientos para la especialista significan una mejoría de hasta 80% en el perfil del paciente, con la incorporación al cuadro de medicamentos del acetato de glatiramer (Copaxone) desarrollado por Teva, “la tolerabilidad es buena, hay muchos menos efectos colaterales que con los interferones a pesar de que es una inyección diaria”.
-¿La cura de la EM radica en función de que fuera posible reenmielizar?
-En parte el tratamiento actualmente va enfocado a disminuir inflamación, a evitar la diesmielinización que ocurre por el proceso autoinumne que caracteriza a la enfermedad, pero otras líneas de investigación que hay respecto a la enfermedad, son en el sentido de buscar la manera de promover la reenmielinización de las áreas que se han ido afectando.
-¿Otra línea sería sustituir con células madre las células dañadas?
-Eso suena como a ciencia ficción, a pesar de que hay muchos reportes de que se han aplicado células madre en algunos casos con respuesta aparentemente muy buena.
“Para mí hay una respuesta todavía no dada sobre cómo saben a qué línea celular debe seguirse, dentro de las neuronas especializadas en todas las áreas del cerebro. Hay neuronas que producen un cierto neurotransmisor y no otro, y eso crea un poquito de dificultad para entender cómo las células madre saben qué tienen que hacer”.
La EM afecta tantos sitios del sistema nervioso que en un momento dado dificulta las conexiones entre diferentes áreas. No tenemos células que nos sirvan solamente para la inteligencia. Lo importante es que no haya daño en ningún sitio.