La tiroides es una glándula. Su función se relaciona con prácticamente todo el metabolismo de los tejidos del cuerpo. La palabra viene de griego, que significa “con forma de escudo”. El cáncer de tiroides es el más común de las neoplasias del sistema endocrino; sin embargo es poco frecuente.
Así lo dio a conocer el Dr. Ernesto Zepeda Castilla, Cirujano Oncólogo, quien destacó que a lo largo del tiempo ha habido cambios importantes; ya que desde 1940 hasta el 2009 se ha elevado exponencialmente la frecuencia de esta enfermedad aproximadamente en un 300%; sin embargo la mortalidad desde 1975 sigue siendo la misma.
El especialista resaltó que es uno de los cánceres más curables pero también representa uno de los más agresivos. “Su manejo es desafiante porque a diferencia de otros padecimientos, tiene que ver la medicina nuclear, ya que no es un cáncer quimiosensible, la radioterapia no tiene muy buen papel”, explicó.
¿Cómo se genera?
El especialista en oncología expuso que la glándula tiroides está en la parte interior del cuello, pesa alrededor de 25 gramos, mide alrededor de 6 cm y tiene dos glóbulos. Está envuelta en una cápsula.
“Lo importante es el drenaje linfático de la glándula. En el cuello existen muchos nódulos o ganglios linfáticos donde una vez que se genera el cáncer en la empieza a diseminarse; inicialmente hacia los tejidos periglandulares, en el nivel central de cuello”.
El cáncer se presenta a través de un nódulo tiroideo: “Este tiene una incidencia aproximadamente del 5% en la población en general, pero no hay que asustarse con esto porque sólo el 5% de ese 5% es maligno. De tal manera que a medida que va aumentando la edad la presencia de nódulos va aumentando”, contempla el especialista.
Epidemiología
- El cáncer de tiroides se ve frecuentemente en jóvenes.
- Está aumentando un 4% por año.
- Es más frecuente en blancos americanos.
- La edad media de presentación es aproximadamente a los 50 años en mujeres, en hombres es más tardía.
¿Cuál es el riesgo?
El Dr. Zepeda Castilla analizó que el riesgo de por vida de un ser humano es de 1.1%. “En Estados Unidos las estadísticas en el 2015 eran de 60 mil; esto representa la cuarta causa de cáncer en mujeres; y en jóvenes entre 20 y 35 años representa el 15% de los cánceres”, destacó.
¿Qué pasa con los nódulos?
- Se ha considerado que arriba de los 50 años, hombres y mujeres pueden presentar nódulos tiroideos que no son cáncer hasta de un 50%.
- La relación para un nódulo tiroideo es más frecuente en las mujeres, en una relación de 4 a 1. La incidencia de un nódulo tiroideo es aproximadamente de 0.1%.
- Esta presencia de nódulos se puede aumentar cuando hay antecedentes o historia de radiación, que puede llegar a ser de hasta el 2%.
¿Cuál es el objetivo del protocolo diagnóstico?
Ernesto Zepeda Castilla aseguró que el objetivo es siempre es determinar cuál de esos nódulos necesitan cirugía. Algunos datos pueden decirnos en el examen físico cuáles son malignos. Algunos de los criterios que el especialista destacó son los siguientes:
- Si el nódulo es grande (más de 4 cm).
- Si está fijo (no se mueve).
- Si el nódulo está duro.
- Es irregular.
- Se acompaña de ganglios en el cuello o bolitas.
- Si el paciente refiere dificultad para deglutir o bien le ha cambiado la voz.
¿Qué se hace después?
“La biopsia por aspiración es lo que debemos de hacer para determinar cuál de los nódulos requiere de seguimiento y cirugía. Una vez que tomamos la biopsia tenemos 4 formas de establecer los diagnósticos”:
- Que nos diga que es positiva la malignidad. El 97% de los casos da este resultado.
- Puede ser que el patólogo diga que sólo es sospechoso. Esta frecuencia es porque algunos cánceres son difíciles de diagnosticar por citología. Será maligno hasta un 40% de los casos.
- Insuficiente. Aquí lo recomendado es repetir la biopsia y se puede guiar por ultrasonido para mejorar. Cuando es insuficiente puede llegar a ser maligno hasta 1 de cada 4 casos.
- Benignos falsos. El patólogo lo reporta benigno pero en el 3% de los casos hay cáncer.
El cirujano oncólogo nos destacó y concluyó que para el cáncer de tiroides el único factor de riesgo conocido es la exposición a radiación ionizante; pero subrayó que hay mayor riesgo en mujeres, raza judía, personas con historial familiar de este tipo de cáncer, deficiencia de yodo en la dieta y la obesidad.