Cáncer de ovario

Poco se habla del cáncer de ovario y deberíamos conocer más sobre él. Sabías que es el tercer tipo de cáncer más común entre las mujeres y que de acuerdo con el Registro Histopatológico de Neoplasias Malignas este año serán diagnosticadas 4 mil nuevos casos, y de ese universo, el 70% será diagnosticado en etapas avanzadas, cuando existe una probabilidad de recaída del 95%. En cuanto a mortalidad es el segundo tumor de tipo ginecológico que causa más muertes, se registran 5 decesos diarios.

El cáncer de ovario es un tumor maligno que se presenta en cualquier zona del mismo, normalmente aparece en uno y puede migrar al otro ovario con el tiempo, aunque no en todos los casos.

Los factores de riesgo son, la edad (la prevalencia es mayor entre los 45 y 55 años, aunque deberíamos iniciar a prevenir desde los 35 y obviamente después de los 55 también tener medidas precautorias), como vemos no es un cáncer de jóvenes. También la carga hereditaria, si tenemos familiares con antecedentes de cáncer de ovario, sin descartar por completo otros tipos. Además del sobrepeso, tabaquismo y mujeres que no han tenido hijos.

Síntomas:

• Estreñimiento
• Pérdida del apetito
• Aumento del volumen del abdomen
• Dolor abdominal
• En ocasiones sangrado vaginal anormal

¿Quién es el indicado para diagnosticarlo?

La médico oncóloga del Instituto Nacional de Cancerología, Dolores Gallardo, recomienda acudir con un oncólogo ya que son los especialistas indicados para hacer diagnóstico y tratamiento sobre este padecimiento.

Menciona “el cáncer no es cualquier diagnóstico” y en esta enfermedad el tiempo es un factor importante. “Muchas veces la paciente entre un especialista y otro ya perdió de cuatro a seis meses y eso en materia de cáncer es muchísimo tiempo”, puntualiza.

Uno de los procedimientos que se realiza para atacar la enfermedad consiste en extirpar el ovario con cáncer, la doctora Gallardo enfatiza: “Un buen número de cirugías en México las realiza alguien que no tiene la preparación suficiente. La primera cirugía que se realiza en estos casos resulta vital ya que es la mejor oportunidad que tienen las pacientes para curarse”.

Recomienda “quien debe hacer esta cirugía es un cirujano ginecólogo o un cirujano oncólogo. Para quitar ovarios cualquiera, pero hacerlo bien, no cualquiera”.

Prevención:

Aunque no existe una prueba específica para su detección hay dos estudios que sumados al Papanicolaou resultan de gran ayuda. Uno es el ultrasonido pélvico o transvaginal y otro el marcador tumoral antígeno CA-125 (prueba de sangre). La doctora nos recomienda que solicitemos a nuestro ginecólogo nos ordene dichos estudios a partir de los 35 años. En caso de resultar con parámetros normales, realizarlos una vez al año.

Además nos recomienda que el ultrasonido lo realice un médico radiólogo certificado para tener un resultado mucho más confiable.