Hoy en día vivimos en un siglo de envejecimiento, tenemos una serie de enfermedades crónicas que en poco tiempo van a repercutir severamente; ya que en el año 2030 se duplicarán los padecimientos y el 16.7% de la población de Latinoamérica y el Caribe será mayor a 65 años de edad.
Así lo dio a conocer en el Congreso de Cuidados Paliativos la Dra. Venezolana Patricia Bonilla, es anestesióloga y especialista en Manejo y Tratamiento del Dolor, y además destacó que “lamentablemente América Latina y el Caribe tienen características especiales que no favorecen, ya es que existe gran población con pobreza, inequidad, baja cobertura social y además un escaso desarrollo”.
Además, Patricia Bonilla expuso que 36 millones de personas en el mundo mueren con enfermedades cardiovasculares, cáncer, enfermedades respiratorias y diabetes; y aclaró que éstas son las más comunes y con mayor índice de muertes, además de que todas ellas tienen una progresión lenta y necesitan obligatoriamente cuidados paliativos en la etapa final.
La anestesióloga señaló que cuando hablamos de enfermedades avanzadas, también se habla de sufrimiento, de una serie de fenómenos físicos como dolor, ansiedad, depresión, náuseas, vómito, incomodidad; factores psicológicos como abandono, y una gran cantidad de aspectos sociales.
“El dolor es el principal síntoma devastador de todas las enfermedades, y aunque antes se pensaba que éste era exclusivo del cáncer, ahora sabemos que está presente en las enfermedades respiratorias, en pacientes con insuficiencia cardíaca y en la diabetes”.
Datos importantes:
- En América Latina los cuidados paliativos solamente cubren entre un 5 y 10% de la población.
- Las personas que viven en zonas rurales no tienen acceso a cuidados paliativos.
- Más del 50% de las personas que tienen acceso a cuidados paliativos no lo pueden pagar, porque es cara la prestación de servicios o los medicamentos.
- El 80% de los médicos paliativistas no reconoce a sus pacientes.
¿Qué barreras tenemos?
- Políticas públicas en Salud.
- Restricción de opiodes.
- Problemas en la prestaciones de servicios.
- Poca educación e investigación.
- No hay promoción a los cuidados paliativos.
“La mayoría de las veces, los Programas de Cuidados Paliativos están inmersos en los Programas de Oncología. Eso quiere decir que nuestros pacientes no oncológicos: los pacientes con diabetes, con enfermedades neurológicas y renales no tienen acceso a los cuidados paliativos”, aseguró la especialista.
La Dra. Bonilla puntualizó que tenemos escasa disponibilidad y poco acceso a las drogas opiodes, deficiencia entre lo que existe entre prescriptores y reguladores; además hay temores y conceptos erróneos con relación al tema, hay la opiofobia y regulaciones restrictivas. “Hay países donde sólo puede prescribir un médico oncólogo, porque el hecho del abuso y la adicción en Estados Unidos y en países desarrollados ha impactado negativamente en nuestros países y reguladores”.
“También tenemos unos servicios deficientes, ubicados en centros urbanos. El personal y la infraestructura es muy escasa, no tenemos mecanismos de evaluación a pesar de que existen indicadores de calidad, muy pocos centros hacen la evaluación de los indicadores de calidad y ante todas estas cosas, el personal de las clínicas del dolor y de cuidados paliativos son escasos. Lo cual hace que tengamos menos efectividad, porque tenemos muy bajos salarios”.
La especialista señaló que en toda la región se tienen 922 servicios enfocados a los cuidados paliativos; esto quiere decir 1.62 servicios por millón de habitantes. El 46% de los servicios que están ubicados en Argentina y Chile sólo cubren el 10% de la población. En el primer nivel asistencial, apenas se tienen 523 servicios, un 0.93 servicios por millón de habitantes.
¿Qué se debe hacer?
La OMS sugiere un modelo para inclusión de los cuidados paliativos en todos los servicios, que tengamos políticas e implementación de ellas; lo cual se lleva tiempo entre una y otra. Tenemos que tener disponibilidad de medicamentos y educación a todos los niveles.
“Hay que visualizar los cuidados paliativos en el mundo para que exista un buen fortalecimiento de esta atención médica como parte del tratamiento integral a lo largo de la vida. La educación es la base para todo”, concluyó Patricia Bonilla, especialista en Tratamiento del Dolor.