Hablar sobre cáncer de mama nos hace pensar en todas las mujeres del planeta que por el simple hecho de ser mujeres estamos propensas a padecerlo. Por ello y con motivo del Día Internacional contra el Cáncer de Mama, el 19 de octubre, Plenilunia decidió dedicar un artículo a dicho tema.
A pesar de que existen campañas de prevención de asociaciones como: Asociación Mexicana Contra el Cáncer de Mama, A.C. (CIMAB), Asociación Mexicana de Lucha Contra el cáncer, A.C. (AMMLC), Fundación Mexicana para la Planeación Familiar (MEXFAM), Programa Cáncer de Mama: Tómatelo a Pecho, Fundación Mexicana de Fomento Educativo para la Prevención y Detección Oportuna del Cáncer de Mama (FUCAM), el impacto aún no es suficiente.
De acuerdo a los registros de epidemiología del IMSS, el 40% de los diagnósticos de cáncer de mama se realiza en etapas muy avanzadas y anualmente se incrementan las cifras en un 27%. El cáncer de mama afecta principalmente a mujeres en edad reproductiva (12 a 49 años de edad). La Secretaría de Salud asegura que en México esta enfermedad representa la primera causa de muerte en la población femenina mayor de 25 años de edad.
La Dra. Patricia Cortés, oncóloga, médico adscrito al Hospital 20 de Noviembre del ISSSTE explica “cada 9 minutos se le diagnóstica a una mujer cáncer de mama. Se han diagnosticado 68 mil nuevos casos en lo que va de este año. Las mujeres tenemos que estar alerta ante este panorama.
El diagnóstico oportuno es sumamente importante ya que se estima que este tipo de cáncer tiene un índice de curación del 97% si se detecta en estadios tempranos y se reduce a 60% en etapas avanzadas”.
Algunos de los factores de riesgo son:
• Ser mujer
• Primera menstruación antes de los 12 años
• Historial familiar de cáncer de mama
• Ser mayor de 40 años
• Primer embarazo después de los 30 años o no haber tenido embarazos
• Tener una etapa reproductiva de más de 40 años: es decir que tu vida menstrual sea larga
• No haber amamantado
• Obesidad
• Concluir el ciclo menstrual después de los 52 años
• Alto consumo de alcohol, tabaco y grasas.
• Antecedentes de síntomas en las mamas, por ejemplo, dolor, bultos, quistes y secreción en los pezones.
La oncóloga Patricia Cortés responde a nuestras dudas sobre ¿qué debemos conocer de los senos?
¿Qué es normal y que no?
• Primero tienes que considerar que tienes un órgano par y que no son totalmente iguales, por mínima que sea la diferencia un seno puede ser más grande que el otro y es normal.
• Tienes que observarlos diariamente y notar la coloración de las glándulas y del pezón. Si el color cambia tienes que acudir al médico.
• Observa cuidadosamente el área de la aureola-pezón; el color de ambos, si no cambia al pasar los días. Si tienes el pezón invertido (se forma como si fuera un ombligo), no te preocupes es normal; en lo que sí tienes que estar atenta es si hay secreción cuando lo presionas, podría no ser normal.
• El aspecto de la piel es importante ya que si notas que tienes piel de naranja, es decir, con hoyitos seguro algo no anda bien.
• Revisa la axila haciendo presión, inicia desde ella hasta llegar al pezón y observa si hay alguna secreción.
Autoexploración
Explorar los senos debería ser una rutina en nuestra vida, hacerlo mes con mes es lo que recomiendan los especialistas.
La oncóloga Cortés sugiere elegir un día específico después del ciclo menstrual ya que si lo haces antes o en esos días es posible que la glándula mamaria se inflame y sientas en tu seno bolitas que son normales en esos días. Las mujeres que están en la menopausia o que ya no menstrúan pueden elegir algún día del mes, de preferencia siempre la misma fecha.
Realiza la autoexploración cuando estés libre de estrés, por las mañanas o noches. Dedícale un tiempo a esta actividad, si lo hacemos a la carrera posiblemente no prestemos la atención debida.
¿Cómo hacer la autoexploración?
Posición de pie:
1. De frente al espejo, con los brazos caídos a lo largo del cuerpo; fíjate en la piel de las mamas, que no aparezcan zonas salientes (nódulos) u hoyuelos, cambios en el tamaño o en su aspecto. Observa los pezones, comprobando que no estén invertidos.
2. Este procedimiento puedes hacerlo acostada, parada o en la regadera. Con los tres dedos centrales juntos y planos de la mano izquierda realiza movimientos circulares pequeños, presionando con firmeza la mama derecha. Debe ser una presión fuerte, no muy dolorosa pero sí profunda, que permita sentir las estructuras que están por dentro. Tócate sin miedo.
3. Hay que recorrer toda el área del seno haciendo presión de manera circular:
• De arriba hacia abajo formando líneas verticales.
• De un lado a otro formando líneas horizontales.
• En círculos empezando en la periferia del seno hasta llegar al pezón.
No olvides hacer lo mismo en ambos senos y compáralos deben sentirse similares.
4. Finalmente, presiona el pezón con tus dedos pulgar e índice como si quisieras exprimirlo y observa si existe algún tipo de secreción.
Debes acudir al médico oncólogo inmediatamente:
• Cuando te toques una bolita dura.
• Cuando veas: cambios en la forma de alguno de tus senos (hundimientos, chipotes, etc). Cambios en el pezón, salida de líquido o sangre por el pezón.
• Si notas cambios en la coloración de la piel de los senos (roja, morada o café).
• Cambios en la textura de la piel (sequedad, que parezca como acartonada o como cáscara de naranja).
Las mujeres que cuentan con prótesis también pueden realizarse la autoexploración mamaria.
Los médicos difieren de la edad adecuada para hacerse una mastografía, algunos sugieren que lo más recomendable es a partir de los 35 años y otros a los 40. Para lo que sí no hay edad es para la autoexploración, así que manos a la obra, comienza a prevenir el cáncer de mama.
Tratamiento
La Dra. Marlid Cruz, explica “el tratamiento dependerá del estadio en que se encuentre el cáncer de mama. Incluye: cirugía, quimioterapia, terapia hormonal, terapia biológica y radioterapia. Las pacientes con cáncer de mama a menudo reciben más de un tratamiento”.
Si tienes dudas sobre el cáncer de mama y de cómo detectarlo a tiempo, consulta las siguientes páginas: