Explicando la visión del Dr. Emmanuel Fombu, un médico futurista que impulsa la telemedicina, inteligencia artificial, genómica, realidad aumentada.
Cuando a un paciente en México se le complica su diabetes y ya necesita diálisis o amputación se ven claramente y en todos los sentidos los elevados costos de no haberlo atendido oportunamente porque pudo haberse evitado que llegara a ese estado.Si se comparan esos costos con la inversión que se hubiera hecho para monitorear a ese paciente y darle incentivos para vigilarse y cambiar su estilo de vida haciendo dieta y ejercicio, en realidad esto último hubiera sido mucho menos costoso que la hospitalización y la atención de todas las complicaciones.
Con la tecnología hoy disponible y cada vez más accesible es factible dar seguimiento y monitorear a esos pacientes para evitar que lleguen a tal grado de costosas complicaciones. Herramientas que suenan bien futuristas tales como inteligencia artificial, realidad virtual, realidad aumentada, genómica, nanotecnología son las que se están desarrollando con tales objetivos y permitirán avanzar en ese camino.
Sin embargo, los sistemas públicos de salud no logran vislumbrar claramente lo importante de invertir en ello para ponerlas a disposición de los pacientes.
Es el gran reto que tienen todos los que están desarrollando tecnologías aplicadas al cuidado de la salud y prevención: justamente demostrarle a los gobiernos que verdaderamente se ahorrarán dinero hacia futuro si hoy invierten en esos avances tecnológicos de última generación.
Platicando ayer con el doctor Emmanuel Fombu, reconocido como uno de los médicos futuristas que viene empujando esas tecnologías de avanzada aterrizadas en la medicina, nos hizo ver que en principio los gobiernos tendrían que valorar mucho más los propios datos y registros médicos de su población, y tener claro que esos datos son aprovechados por un enorme mercado de información que conforme se accede a él genera igualmente cuantiosos beneficios para su gente y para la economía del país.
Gobiernos deben valorar los datos médicos de su población
En principio, el especialista nos habló de cómo en muchos lugares hay distintas bases de datos de salud, y para un país es factible integrarse a ellas si el gobierno logra reunir, centralizar y mantener todos sus datos de salud conectados para poder igualmente acceder a ellos y compartirlos.
Aquí, uno de los factores que detiene estos procesos es el cuidado que debe tenerse en la seguridad y protección de dichos datos, pero siguiendo de manera estricta los protocolos para proteger la privacidad del paciente, los gobiernos pueden aprovecharlos y capitalizarlos en muchos sentidos. El doctor Fombu menciona que con un buen manejo y óptima estrategia en la construcción de la base de datos médicos, un gobierno podría ver que los datos de su población pueden llegar a ser una riqueza tal como lo es la explotación del petróleo.
El mayor reto es construir el andamiaje para un correcto acceso a esos datos.
El doctor Fombu, surgido del emblemático Sillicon Valley donde han nacido las grandes compañías tecnológicas de este siglo, ha sido un fuerte impulsor de nuevas tecnologías para el cuidado de la salud, como inteligencia artificial, machine learning, internet de las cosas, genómica y nanotecnología. Y esta semana está de visita en México para participar mañana en el Digital Health Forum que tendrá lugar este 16 y 17 de octubre en el antiguo Palacio de Medicina de la UNAM en el centro histórico de la ciudad de México; será muy interesante escuchar su visión sobre la medicina del futuro, pues justamente es el título de su ponencia. El programa del #DHFM puede verse aquí: dhfm.mx
Emmanuel Fombu cuenta con un entrenamiento médico en el Emory-Crawford Long Hospital y es egresado de la Escuela de Negocios Johnson de la Universidad de Cornell en Ithaca, New York. En 2017, el New York City Health Business le otorgó el Digital health influencer award.
Fue en entrevista telefónica que nos compartió por ejemplo que en los centros de investigación en Estados Unidos los estudios clínicos incluyen muy pocas minorías. Y así, si el estudio de una enfermedad incluye a 100 mil pacientes, acaso habrá unos 200 mexicanos. Es un porcentaje muy mínimo, sobre todo si consideramos que México es un país que tiene mucho más peso en el mundo, con su población de 120 millones de personas. Y aparte, ¿las conclusiones de dicho estudio cómo podrían considerarse aplicables a su población que estuvo muy poco representada?
Por eso es importante entender, nos explicó el doctor Fombu, que para poder participar dentro de ese mercado de datos clínicos, México debería ser capaz, de recolectar sus propias bases de datos, conectarlas y hacerlas operables. Antes de ello, tener sistematizados los esquemas de permisos en el uso de esos datos para así generar herramientas y poder demostrar que los avances médicos funcionan en su población.
Pero recolectar bases de datos, cuidar la privacidad, hacer que los datos sean operables, todo esto es algo básico, clave, muy importante. Claro que esto implica invertir en tecnología y en interconectar el sistema de salud público y privado donde se registran los datos de cada paciente, pero justo es el reto: hacer que las autoridades lo vean.
No hay que ver al paciente cuanto ya esté enfermo
Otro aspecto que vale la pena rescatar es en torno a la importancia del monitoreo remoto para el cual hay cada vez más herramientas tecnológicas. En este sentido, la visión del doctor Fombu es que cada vez necesitemos menos esos grandes hospitales porque cada vez más la gente podrá atender su salud desde su casa, estando monitoreada con dispositivos y aplicaciones, conectados a distancia con su médico.
Que llegue el día en que una persona no tenga que trasladarse y recorrer grandes distancias para poder ser atendido por un profesional de la salud, sino que se conecte por telemedicina y le envié sin mayor complicación los estudios o imágenes requeridos para tener el diagnóstico y el seguimiento adecuado.
Es cierto que, con todo y que hay hospitales que lucen como maravillosos resorts y super tecnologizados, nadie anhela pasar ahí muchos días de su vida. Además, la hospitalizacioó es la medicina más costosa que implica tener médicos y enfermeras a tu disposición todo el día.
Es un sistema insostenible y que ya no tendría que ser incentivado. El doctor Fombu considera que las herramientas que se ven venir permitirán cambiar el modelo de esa medicina costosa, de esperar a estar enfermo para acudir al médico. Sino cambiar hacia una medicina predictiva, donde si ya sabes que tienes el riesgo genérico de que te dé diabetes o alzheimer o cáncer, no esperes a que te dé, sino que puedas atenderlo en fase preventiva y evitar elevados costos a futuro.
Es claro que los sistemas nacionales de salud deben estar más comprometidos hacia ese rumbo donde el monitoreo remoto, la telemedicina y otras aplicaciones sean protagonistas clave en la atención médica de su población[.]