Es muy lamentable que algunas personas no solo evadan su realidad, sino que obliguen a los demás a que les confirmen lo que desean, ya sea por su inseguridad la cual por cierto no reconocen, por miedo, o simple capricho de ejercer control, por alguno de estos motivos o por todos forzan a las personas de su entorno a mentir para ajustar las circunstancias a lo que quieren ver o escuchar, utilizando armas como: el chantaje sentimental, “favores prestados”, o el poder económico que tienen sobre sus vidas.
Es muy curioso como los evasores aun alardeando acerca de su manera de vivir en su “mundo de caramelo”, inevitablemente llegan al punto en el que a pesar de su auto engaño el peso de la realidad los rebasa.Es en este punto en el que la vida se encarga atreves de difíciles lecciones de ubicarlos en la realidad, esto resulta de gran alivio para los demás, porque se liberan del estrés que se generan por ser cómplices involuntarios de una mentira.
Ojalá comprendiéramos que la vida es una serie de ensayos y errores, “Todo lo que nos ocurre en algún momento pasará, tanto lo que consideramos bueno, como malo”, si aceptamos con humildad esta verdad en un futuro dejaremos de escuchar de los demás expresiones como:
- “No se le puede decir la verdad, imagínate se pondría histérico(a)“,
- “Si se entera se puede enfermar”
- “Mejor hay que decirle lo que quiere escuchar, porque es vengativo(a) y se va a
desquitar de alguna manera” - “Pobre no aguanta la verdad“
- “Le gusta vivir engañado(a)“,
- “Si le digo la verdad me va a quitar su apoyo“
- …etcétera
Por más que pretendamos escapar de la realidad está siempre nos va a alcanzar y lo más probable es que con más dificultades mientras más tiempo pase para enfrentarla ¿No sería mejor aceptarla tal cual es desde el principio?
Estoy convencida de corazón que si aceptamos este hecho nos complicaríamos menos la vida y no pondríamos en aprietos innecesarios a los demás, seríamos personas más apreciadas que temidas y nos tratarían con respeto, porque sin dudarlo nos hablarían siempre con la verdad.
Claudia Cruz.
Desde mi punto de vista la mayoría de las personas en algún momento de nuestra vida hemos evadido la realidad, el marco diferencial varía de acuerdo al tiempo que permanecemos en esta evasión y también a los motivos que de manera consciente o inconsciente tenemos para cerrar los ojos a lo que estamos viviendo.
Algo es común en casi todos los casos: “Detrás de la evasión de la realidad existe una profunda, tristeza, dolor y frustración”, a menos por supuesto que se trate de una persona que no tenga conciencia de su realidad por sufrir de una enfermedad mental.
Una variación en la evasión de la realidad que he considerado es la que llamo:
“Temporal/Normal”, que se da en situaciones que nos colocan en estado de Shock, por ejemplo: cuando nos enteramos de una muerte inesperada, caemos en bancarrota, nos traicionan, nos hacen una acusación injusta… etc., este tipo de evasión es normal desde mi punto de vista, porque se trata de un evento súbito e inesperado , así que la evasión momentánea es parte de un ajuste que nos permite nivelarnos y aceptar la realidad, por este motivo es temporal en la gran mayoría de los casos ,con excepción a lo referente a sucesos impactantes y dolorosos en nuestra vida que nos provocan un trauma donde se requiere el apoyo de un profesional de salud mental para superarlo.
En nuestra vida cotidiana siempre habrá cosas y situaciones que nos van a desagradar, sin embargo en general para avanzar y crecer las terminamos aceptando y enfrentando, porque son inevitables, por ejemplo:
En nuestra época de estudiante hay materias escolares que quisiéramos evadir, porque nos resultan una pesadilla y aunque momentáneamente huyamos de ellas, al final después de tantos dimes y diretes aprendemos que hagamos lo que hagamos, hay requisitos y trámites por los que tenemos que pasar y estos no son opcionales, así que las cursamos y aprobamos, porque comprendemos que solo así podemos avanzar hacia nuestras metas académicas.
“La vida tiene variantes y diferentes matices, algunos nos van a gustar, otros no, esto sin lugar a dudas es parte de nuestro camino a la madurez“.
La dificultad más significativa a la que nos enfrentamos al evadir la realidad, es que mientras más insistimos en olvidar o dejar las situaciones o las cosas de lado “están más presentes“, esto hasta cierto punto es lógico, mencionare algunos ejemplos:
- Cuando hay un tema específico del cual no queremos hablar y cada vez que se sale a flote en una conversación constantemente lo evadimos , esta acción sin duda va a provocar la curiosidad en los demás y se convertirá en un tema recurrente, porque sembraremos una duda en ellos: ¿Qué estará ocultando y porque?
- Otra situación común que se presenta en personas que evaden la realidad, se da cuando deciden ocultar objetos materiales significativos o información importante no solo para ellos, sino para los demás y todo el tiempo están estresados con miedo a ser descubiertos y tener que enfrentar las consecuencias de sus acciones, así que evaden esta realidad lo más posible empeorando sustancialmente su situación en todos los sentidos.
Algunos de estos ejemplos tan simples que mencione anteriormente nos hablan de las consecuencias y los duros costos emocionales, físicos y espirituales a los que nos enfrentamos al evadir la realidad.
Aunque nos resulte difícil de creer hay casos por demás indignantes en los que se “finge” que se evade la realidad, un ejemplo claro de esto es la “Evasión Intencional” como la nombre, está es utilizada por personas con pocos escrúpulos y valores, que tienen por objetivo obtener ventaja con respecto a situaciones específicas, o pretenden de los demás alguna reacción o acción que convenga a sus intereses, en otras palabras: en estos casos se aparenta evadir la realidad, pero esto es una gran mentira , por desgracia estos casos son más comunes de lo que pensamos.
Como conclusión puedo decir que:
Detrás de una persona que evade su realidad sin duda hay un ser humano angustiado con una gran una necesidad de sustituir en su vida lo que ve, escucha y siente, el motivo principal es que no tolera lo que están viviendo, porque esto sobre pasa sus límites y resistencia, circunstancia que le impide tener el control para manejar su vida.
La evasión de nuestra realidad nos coloca frente a una puerta falsa que nos aleja de una verdadera solución para resolver nuestras dificultades, porque limita nuestra objetividad para tomar decisiones basadas en la realidad con respecto al mundo que nos rodea y a nuestra vida ¿Valdrá la pena despegar los pies de la realidad, en vez de pisar firme y avanzar?